Gabriel García Márquez (1927-2014) fue un escritor, periodista y premio Nobel de Literatura colombiano, considerado uno de los maestros del realismo mágico y uno de los autores más influyentes de la literatura universal. Nació en Aracataca, un pueblo de la costa caribeña de Colombia, donde pasó su infancia con sus abuelos maternos, quienes le transmitieron el amor por la narración oral y la cultura popular. Estudió derecho y periodismo en la Universidad Nacional de Colombia, y comenzó su carrera literaria con la publicación de su primera novela, La hojarasca, en 1955. Su obra más famosa es Cien años de soledad (1967), una saga familiar que recrea la historia de Macondo, un pueblo imaginario que simboliza a Colombia y a América Latina. Otras obras destacadas son El amor en los tiempos del cólera (1985), Crónica de una muerte anunciada (1981) y El otoño del patriarca (1975).
García Márquez fue también un comprometido periodista y activista político, que defendió las causas de los movimientos de izquierda y denunció las injusticias sociales y las violaciones de los derechos humanos. Fue amigo de líderes como Fidel Castro y François Mitterrand, y fundador de la agencia de noticias Prensa Latina. Su vida sentimental estuvo marcada por su matrimonio con Mercedes Barcha, con quien tuvo dos hijos, Rodrigo y Gonzalo, y por sus numerosos romances con otras mujeres, entre ellas la actriz italiana Claudia Cardinale. Murió en Ciudad de México en 2014, tras sufrir un cáncer linfático.
El coronel no tiene quien le escriba es una novela corta que García Márquez escribió en 1957, pero que no publicó hasta 1961. Se trata de una obra que refleja la realidad social y política de Colombia en los años cincuenta, marcada por la violencia y la pobreza. La novela narra la historia de un coronel retirado que lleva quince años esperando una pensión que nunca llega, mientras vive con su esposa enferma en una casa miserable. Su única ilusión es un gallo de pelea que heredó de su hijo Agustín, asesinado por motivos políticos. El coronel se enfrenta a la indiferencia del gobierno, a la corrupción de los poderosos y a la hostilidad del pueblo, que lo considera un loco. Su esperanza se ve frustrada cada viernes, cuando va al puerto a recibir el correo que nunca trae la carta con su pensión. Al final, el coronel decide no vender el gallo, pese a las presiones de su mujer y de su compadre Sabas, y se aferra a él como símbolo de su dignidad y de su resistencia.
La novela es una crítica a la situación de abandono y desamparo que sufren los veteranos de guerra y los sectores más desfavorecidos de la sociedad colombiana. García Márquez utiliza un estilo sobrio y directo, sin adornos ni descripciones innecesarias, para crear un ambiente opresivo y desolador. Los personajes son retratados con realismo y humanidad, sin idealizaciones ni condenas. El coronel es un hombre orgulloso y honesto, pero también ingenuo e iluso. Su mujer es una mujer práctica y resignada, pero también cariñosa y comprensiva. Sabas es un hombre rico y ambicioso, pero también generoso y solidario. El gallo es el elemento fantástico que rompe la monotonía y el pesimismo de la novela, al representar la vida, el sueño y el humor.
En conclusión, el libro El coronel no tiene quien le escriba es una obra maestra de la literatura latinoamericana, que combina el realismo social con el realismo mágico, el drama con la ironía, la denuncia con la compasión. Es una novela que nos muestra la lucha por la supervivencia y por la dignidad humana en medio de un contexto adverso e injusto.
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