viernes, 15 de noviembre de 2013

EL CONDENADO POR DESCONFIADO, DE TIRSO DE MOLINA









Tirso de Molina fue el seudónimo literario de fray Gabriel Téllez, un religioso mercedario que nació en Madrid en 1579 y murió en Almazán, Soria, en 1648. Fue uno de los más grandes dramaturgos del Siglo de Oro español, junto con Lope de Vega y Calderón de la Barca. Se formó en la Universidad de Alcalá y profesó en la Orden de la Merced en 1601. Viajó por diversas ciudades españolas y también por América, donde estuvo en Santo Domingo entre 1616 y 1618. Fue nombrado cronista general de su orden y escribió una Historia general de la Orden de la Merced (1639). Como escritor, se dedicó sobre todo al teatro, aunque también cultivó la poesía y la prosa. Escribió cerca de cuatrocientas comedias, de las que se conservan unas sesenta. Entre sus obras más famosas se encuentran El burlador de Sevilla y convidado de piedra (1630), donde creó el mito de Don Juan, Don Gil de las calzas verdes (1615), una comedia de enredo y disfraz, y El condenado por desconfiado (1635), un drama teológico que plantea el problema de la predestinación y el libre albedrío. Tirso de Molina fue un discípulo fiel de Lope de Vega, a quien admiraba y defendía frente a las críticas. Su teatro se caracteriza por su variedad temática, su ingenio, su sentido del humor, su profundidad psicológica y su capacidad para crear personajes complejos y contradictorios. Su obra refleja su visión cristiana del mundo, pero también su espíritu crítico y su interés por los problemas sociales y morales de su época.

El condenado por desconfiado es una obra que se basa en el contraste entre dos personajes: Paulo y Enrico. Paulo es un ermitaño que vive en una cueva cerca de Nápoles, dedicado a la oración y la penitencia. Sin embargo, duda constantemente de su salvación y le pide a Dios una señal que le confirme que está en gracia. Enrico es un bandido cruel y despiadado que asalta y mata a los viajeros que pasan por el bosque. A pesar de sus crímenes, tiene esperanza en la misericordia divina y siente amor por su padre enfermo y por su novia Celia. Un día, el diablo se le aparece a Paulo con la forma de un ángel y le dice que debe abandonar su cueva e ir a Nápoles a buscar a Enrico, pues ambos tienen el mismo destino. Paulo obedece y se encuentra con Enrico, quien le acoge como a un amigo. Paulo le revela que son iguales ante Dios y le insta a que cambie de vida. Enrico se burla de él y le invita a que se una a su banda. Paulo se siente ofendido y traicionado por Dios, y decide seguir los pasos de Enrico. Se convierte en un ladrón y un asesino más cruel que él. Mientras tanto, Enrico es capturado por las autoridades y condenado a muerte. Antes de ser ejecutado, recibe la visita de su padre, quien le confiesa que es un fraile mercedario que lo abandonó cuando era niño para cumplir sus votos religiosos. Enrico se arrepiente sinceramente de sus pecados y perdona a su padre. Paulo también es apresado y llevado al patíbulo junto con Enrico. Sin embargo, él se niega a confesarse ni a arrepentirse, pues cree que está condenado por desconfiar de Dios. Al final, Enrico muere perdonado y salvado, mientras que Paulo muere desesperado y condenado.

El condenado por desconfiado es una obra maestra del teatro barroco español, que combina elementos dramáticos, cómicos y simbólicos para transmitir un mensaje moral sobre la fe y la esperanza. La obra plantea el dilema de la predestinación y el libre albedrío, y muestra cómo la confianza en Dios puede salvar al peor de los pecadores, mientras que la desconfianza y la soberbia pueden perder al más virtuoso. La obra también critica la hipocresía y el formalismo religioso, y exalta el valor de la caridad y el amor. Los personajes de Paulo y Enrico son antitéticos y complementarios, y representan dos formas opuestas de enfrentarse al misterio de la salvación. El diablo actúa como un agente provocador que pone a prueba la fe de ambos, y que se vale de la apariencia para engañarlos. La obra tiene una estructura simétrica y circular, que refuerza la idea del cambio de roles entre los protagonistas. El lenguaje es rico y variado, adaptado al carácter y al estado de ánimo de cada personaje. La obra utiliza diferentes tipos de versos, según el tono y el ritmo que se quiera dar a cada escena. El condenado por desconfiado es una obra que invita a la reflexión y a la emoción, y que mantiene el interés del espectador por su intensidad dramática y su fuerza expresiva.

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