A SANGRE Y FUEGO. HÉROES, BESTIAS Y MÁRTIRES DE ESPAÑA, por MANUEL CHAVES NOGALES

  

A SANGRE Y FUEGO. HÉROES, BESTIAS Y MÁRTIRES DE ESPAÑA, por MANUEL CHAVES NOGALES

Manuel Chaves Nogales, nacido en Sevilla en 1897, fue un periodista y escritor cuya vida parece un reflejo de los tumultuosos tiempos que le tocó vivir. Hijo de un cronista y una pianista, creció entre redacciones y melodías, absorbiendo desde niño el pulso de la palabra escrita. Su carrera despegó en los periódicos sevillanos, pero pronto Madrid lo reclamó, donde brilló como redactor jefe del Heraldo y director del diario Ahora, un bastión de ideas republicanas. Con una curiosidad insaciable, viajó por Europa y la Rusia soviética, entrevistó a figuras como Goebbels —a quien llamó “ridículo” en plena ascensión nazi— y capturó el alma de personajes tan dispares como el torero Juan Belmonte o un bailarín flamenco atrapado en la revolución bolchevique. La Guerra Civil Española lo encontró en el corazón de la contienda, pero su rechazo a los extremismos de ambos bandos lo llevó al exilio en 1936, primero a Francia y luego a Londres, donde la enfermedad lo apagó en 1944, a los 46 años. Olvidado durante décadas por su defensa de una “tercera España” —la de la libertad y la razón—, su obra resurgió en los noventa como un faro de lucidez, consagrándolo como uno de los grandes narradores del siglo XX.

A sangre y fuego. Héroes, bestias y mártires de España no es solo un libro, sino un latido arrancado del caos de la Guerra Civil Española. Escrito en 1937 desde el exilio en París, reúne nueve relatos —once en ediciones recientes— que destilan la crudeza de un conflicto fratricida con una precisión que corta como un bisturí. Chaves Nogales, que se definía como “pequeño burgués liberal”, no escribe para juzgar, sino para mostrar: cada historia, anclada en hechos reales, desentraña el alma de hombres y mujeres atrapados en la vorágine. Aquí está el universitario que sacrifica a su padre por la revolución, la miliciana que salva a un abogado de derechas por pura compasión, o el falangista que manipula la verdad en un café de Valladolid. Con una prosa que combina la agilidad del reportero con la profundidad del novelista, el autor desnuda los dilemas morales de una España partida en dos, donde el heroísmo y la barbarie se entrelazan hasta confundirse. Lejos del maniqueísmo, estas páginas retratan la guerra no como un choque de ideales, sino como un torbellino de pasiones humanas: venganza, miedo, redención. Publicado originalmente en Chile y redescubierto tras medio siglo de silencio, este clásico vibra con una modernidad que estremece, un testimonio que no solo cuenta la historia, sino que la hace sangrar.