COMBATE POR ESPAÑA, por BLAS PIÑAR
Blas Piñar López, nacido el 22 de noviembre de 1918 en Toledo y fallecido el 28 de enero de 2014 en Madrid, fue una figura controvertida y apasionada cuya vida se entrelazó con los momentos más convulsos de la historia española del siglo XX. Hijo de un militar, su infancia transcurrió entre Cartagena, Alicante y Toledo, hasta que la Guerra Civil lo marcó profundamente: mientras su padre resistía en el Alcázar de Toledo, él, un joven estudiante de Derecho en Madrid, se refugió en embajadas y operó en la clandestinidad como parte de la “quinta columna”. Licenciado y doctorado en Derecho, ingresó al Cuerpo de Notarios en 1944, ejerciendo en Cieza, Murcia, y luego en Madrid hasta su jubilación en 1988. Su fervor católico lo llevó a ser un pilar de la Acción Católica y de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, mientras que su dirección del Instituto de Cultura Hispánica (1957-1962) reflejó su compromiso con la idea de la Hispanidad, hasta que sus críticas a la influencia estadounidense le costaron el cargo. Fundador de la editorial y revista Fuerza Nueva en 1966, y posteriormente del partido homónimo, Piñar se erigió como el rostro de la extrema derecha durante la Transición española, defendiendo el legado franquista y oponiéndose a la democracia parlamentaria. Su escaño en el Congreso en 1979, bajo la coalición Unión Nacional, fue el cénit de su influencia política, aunque la disolución de Fuerza Nueva en 1982 marcó un declive. Autor prolífico, sus escritos, impregnados de nacionalismo y catolicismo integrista, dejaron una huella imborrable en el pensamiento ultraconservador español.
Combate por España, publicado en 1980 por Fuerza Nueva Editorial, es una recopilación de discursos y reflexiones que destilan la visión de Blas Piñar sobre la identidad española, la fe católica y la resistencia frente a lo que percibía como la desintegración de los valores tradicionales durante la Transición. La obra, dividida en varios tomos, reúne textos que abordan desde la oratoria de figuras históricas como Juan Vázquez de Mella hasta la defensa de la Hispanidad como una comunidad espiritual y política enraizada en el catolicismo. Piñar exalta la vocación militar, reivindica Gibraltar como territorio irredento y traza una conexión mística entre San Pablo y la evangelización de España, presentando al país como un baluarte de la cristiandad. Cada página vibra con una prosa apasionada, a veces incendiaria, que busca despertar en el lector un sentido de urgencia patriótica. La obra no es un análisis desapasionado, sino un grito de combate, un manifiesto que conjuga historia, teología y política para lamentar la aprobación de la Constitución de 1978 y los estatutos de autonomía, que Piñar consideraba una traición a la unidad nacional. Aunque su tono puede resultar polarizante, el libro es un documento histórico fascinante que captura el espíritu de una España dividida, donde el eco del franquismo aún resonaba. A través de anécdotas personales, como su encuentro con el líder carlista Manuel Fal Conde, y reflexiones sobre la “verdadera memoria histórica”, Piñar ofrece una ventana al alma de un hombre que, hasta su último aliento, se vio como un cruzado de una causa inmortal. Esta obra, más que un libro, es un testamento de lucha, un relato adictivo que desafía al lector a confrontar las tensiones de una nación en transformación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario