domingo, 23 de febrero de 2025

LETIZIA Y YO, por JAIME PEÑAFIEL

   

LETIZIA Y YO, por JAIME PEÑAFIEL



"Letizia y yo", escrito por Jaime Peñafiel, es un libro que desentraña la relación entre el autor y Letizia Ortiz Rocasolano, ahora reina consorte de España. A través de sus páginas, Peñafiel combina hechos históricos, anécdotas personales y reflexiones sobre la monarquía española, centrándose en los aspectos más íntimos y controversiales de la vida de Letizia antes, durante y después de su matrimonio con Felipe VI. Este trabajo periodístico se presenta como una crónica sincera pero polémica, donde Peñafiel sin duda aborda temas delicados como el pasado sentimental de Letizia, las tensiones familiares, y los cambios en su carácter y estilo de vida.

Jaime Peñafiel, reconocido periodista español especializado en temas de la Familia Real, ha sido testigo directo o indirecto de muchos momentos clave en la vida de Letizia. Su experiencia profesional y sus conexiones dentro del círculo cercano a la monarquía le permiten ofrecer detalles reveladores que van desde encuentros amorosos previos al príncipe Felipe hasta las relaciones complicadas que mantiene con su familia y los miembros de la Casa Real. Además, el libro incluye testimonios de personas cercanas a Letizia, como su primo David Rocasolano, quienes corroboran muchas de las historias narradas por Peñafiel.

El texto también explora cómo Letizia transformó su vida tras convertirse en princesa consorte de Asturias y luego en reina consorte, destacando su evolución física, emocional y profesional. Desde su tiempo como periodista hasta su papel institucional, Peñafiel analiza cómo las exigencias de la monarquía han moldeado su comportamiento y decisiones. Al mismo tiempo, no pasa por alto las dificultades del matrimonio real, incluyendo episodios de tensión pública entre ella y su suegra, la reina Sofía, o incluso con su propio esposo.

A lo largo del libro, Peñafiel expresa su postura crítica hacia ciertas acciones de Letizia y la monarquía, aunque reconoce su capacidad para adaptarse y mantenerse firme bajo presión. Con un tono a veces sarcástico pero siempre informado, "Letizia y yo" no solo es un relato biográfico, sino también una meditación sobre el impacto mediático y social que tiene una figura tan emblemática como la reina consorte en la opinión pública. El libro concluye con una reflexión sobre si este matrimonio realmente fue fruto de un gran amor o simplemente una alianza estratégica marcada por compromisos dinásticos y personales.

En resumen, "Letizia y yo" ofrece una visión detallada y provocadora de la vida personal e institucional de Letizia Ortiz, exponiendo tanto sus virtudes como sus debilidades, y dejando al lector espacio para formarse su propia opinión sobre esta controvertida historia real.




Jaime Peñafiel es uno de esos personajes que parecen haber sido moldeados por el destino para contar historias, y no cualquier tipo de historias, sino aquellas que se esconden tras los muros de palacios y las sonrisas ensayadas de la realeza. Nacido el 13 de junio de 1932 en Granada, en una España aún herida por los ecos de la Guerra Civil, su vida ha sido un reflejo del siglo que le tocó vivir: intensa, contradictoria y, sobre todo, marcada por una curiosidad insaciable. Desde pequeño, mostró un carácter inquieto y una habilidad innata para observar lo que otros pasaban por alto, rasgos que lo llevarían a convertirse en uno de los cronistas más célebres y polémicos de su tiempo. Estudió Periodismo en la Universidad de Navarra, una institución que en los años cincuenta estaba forjando a los futuros narradores de una nación en transición, y allí adquirió las herramientas que más tarde afilaría como un arma: la palabra escrita y el instinto para desentrañar lo que se oculta bajo la superficie.

Su carrera despegó en los años sesenta, una década de cambios vertiginosos tanto en España como en el mundo. Peñafiel no se contentó con quedarse en las redacciones de Madrid o Barcelona; su ambición lo llevó a cubrir conflictos internacionales que definieron una era. Estuvo en la guerra de Vietnam, donde el olor a pólvora y las historias de supervivencia llenaron sus cuadernos, y en la Guerra de los Seis Días, observando cómo el Medio Oriente se reconfiguraba en un abrir y cerrar de ojos. Pero si algo marcó su trayectoria fue su fascinación por la realeza. Acompañó a los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, en 140 viajes internacionales, fue testigo de 45 bodas reales y se convirtió en un archivo viviente de las dinastías europeas. Cada evento era para él una oportunidad de capturar no solo los fastos, sino también los susurros, las miradas incómodas y los secretos que nadie más se atrevía a contar.

El gran salto a la fama llegó cuando asumió el cargo de redactor jefe de la revista ¡Hola!, un puesto que ocupó durante 22 años y que lo convirtió en una figura imprescindible de la crónica social española. Bajo su dirección, la publicación no solo narraba la vida de la jet set, sino que la diseccionaba con un estilo que mezclaba elegancia y cierta insolencia. Peñafiel sabía que el público no solo quería fotos de vestidos y tiaras; quería conocer las grietas detrás de las sonrisas perfectas. Fue en esas páginas donde comenzó a perfilar su retrato de la monarquía, un retrato que no siempre era halagador. Más tarde, su carrera dio un giro hacia proyectos más ambiciosos: dirigió La Revista del grupo Zeta y fue subdirector de El Independiente, demostrando que podía moverse con igual soltura entre el periodismo rosa y el de análisis político. Su voz también resonó en la radio, en la COPE, y en televisión, con colaboraciones en Telemadrid y Antena 3, hasta llegar al ámbito digital con columnas en La Estrella Digital y Republica.com. Desde hace más de dos décadas, escribe en la revista Pronto y mantiene una columna en El Mundo, donde sus opiniones, a menudo afiladas como cuchillos, han generado tanto aplausos como críticas feroces.

La vida personal de Peñafiel no ha estado exenta de titulares. En 1981 se casó con Carmen Alonso de los Ríos, una relación que le dio una hija, Laura, pero que terminó en divorcio en 1989 tras un escándalo que lo vinculó sentimentalmente con la modelo y vedette Bárbara Rey. Aquel episodio, que llenó portadas y alimentó rumores, mostró el lado más humano y vulnerable del periodista, un hombre que, pese a su imagen de cronista implacable, también era presa de las pasiones que tan bien sabía narrar. En 1994 encontró estabilidad junto a María del Carmen Peñalver, su actual esposa, con quien ha compartido las últimas tres décadas. Pero si algo define a Peñafiel más allá de sus amores y desamores es su obsesión por la verdad, o al menos por su versión de la verdad. Autor de una extensa obra que incluye títulos como Dios salve a la Reina, Los tacones de Letizia, Reinas y princesas sufridoras y El clan de los Borbones, ha convertido su conocimiento enciclopédico de la realeza en un legado literario que no deja indiferente a nadie. Su pluma, siempre cargada de ironía y un toque de provocación, ha encontrado en Letizia y yo, publicado en 2023 por Almuzara, su expresión más audaz y controvertida.

Letizia y yo no es un libro para leer con tibieza; es una invitación a sumergirse en un relato que desafía la narrativa oficial de la monarquía española y pone bajo el microscopio a una de sus figuras más enigmáticas: Letizia Ortiz Rocasolano. Peñafiel, con más de sesenta años de experiencia destripando los entresijos de la realeza, se propone aquí una tarea ambiciosa: desmontar la imagen de la reina consorte, esa periodista asturiana que pasó de los platós de televisión a los salones de Zarzuela y que, según él, guarda en su pasado sombras que contradicen su presente impecable. El libro arranca con una pregunta que atrapa desde el primer instante: ¿qué sabemos realmente de Letizia? No es una biografía convencional ni un panegírico; es una exploración que mezcla testimonios, especulaciones y revelaciones que rozan lo incendiario. Para ello, Peñafiel cuenta con un aliado inesperado: Jaime del Burgo, exmarido de Telma Ortiz, la hermana de Letizia, quien aporta al relato una voz íntima y controvertida. Del Burgo, un empresario que hoy vive entre Londres y California, asegura haber sido testigo privilegiado de los años previos al ascenso de Letizia al trono, y sus confesiones son el combustible que enciende las páginas de esta obra.

El libro traza un arco que va desde los orígenes humildes de Letizia en Oviedo hasta su transformación en reina, pero no lo hace con reverencia, sino con una mezcla de admiración y sospecha. Peñafiel describe su infancia en una familia de clase media, con un padre periodista y una madre enfermera, y su primer matrimonio con Alonso Guerrero, un profesor de literatura que terminó en divorcio tras menos de un año. Luego está su carrera en el periodismo, donde brilló en TVE y CNN+ con una mezcla de carisma y profesionalidad que la llevó a cubrir eventos como el 11-S. Pero el verdadero giro llega en 2002, cuando conoce a Felipe de Borbón en una cena en el Ritz, un encuentro que, según Del Burgo, ocurrió poco después de que él mismo estuviera a punto de proponerle matrimonio a Letizia, con anillo en mano. Este detalle, que podría parecer sacado de un guion de cine, es solo el comienzo de una serie de afirmaciones que buscan pintar a la reina como una mujer calculadora, dispuesta a borrar su pasado para encajar en el molde de la realeza.

Peñafiel no se detiene en los datos conocidos; cava más hondo. Habla de la tensa relación de Letizia con la familia real, especialmente con la reina Sofía, y revive aquel momento en la Catedral de Palma en 2018, cuando un gesto de Letizia —apartando a Sofía de sus nietas— se convirtió en un símbolo de discordia. También se adentra en tragedias personales, como la muerte de Érika Ortiz, la hermana menor de Letizia, en 2007, sugiriendo que la futura reina tuvo un papel más complejo en esa historia de lo que se ha admitido públicamente. Del Burgo, por su parte, aporta anécdotas que van desde supuestas confidencias de Letizia sobre su vida amorosa hasta detalles que, según él, revelan una faceta más ambiciosa y menos altruista de la que proyecta hoy. Uno de los puntos más explosivos del libro es la insinuación de que la relación entre Letizia y Felipe no fue el cuento de hadas que se nos vendió, sino una unión marcada por tensiones y decisiones ocultas que aún reverberan en la Corona.

Pero Letizia y yo no es solo un catálogo de acusaciones; es también un retrato humano. Peñafiel muestra a Letizia como una mujer de contrastes: decidida, inteligente, pero también fría y obsesionada con el control. La describe adaptándose a la realeza con una disciplina casi militar, desde su cambio de vestuario —de jeans y camisetas a trajes de diseño— hasta su manera de moldear a la princesa Leonor, la heredera al trono. Sin embargo, el autor se pregunta si esa transformación ha sido genuina o si es una máscara que oculta inseguridades y resentimientos. Hay momentos en los que parece admirar su fortaleza, como cuando detalla cómo enfrentó el escrutinio público tras su compromiso con Felipe, pero esa admiración siempre viene acompañada de un “pero”. ¿Está preparando bien a Leonor para un futuro incierto? ¿Es su frialdad una virtud o un defecto? Estas preguntas flotan en el aire, invitando al lector a formar su propia opinión.

El libro también amplía su mirada hacia Felipe VI y la monarquía en su conjunto. Peñafiel, que se define como “juancarlista” más que monárquico, no duda en criticar al rey por su manejo de los escándalos de Juan Carlos I, exiliado tras revelaciones sobre su fortuna y sus amoríos. Para el autor, Felipe ha sido un “mal hijo” al distanciarse de su padre, una acusación que añade una capa de complejidad al relato. Esta crítica refleja el trasfondo del libro: una reflexión sobre una institución en crisis, atrapada entre la tradición y un país que ya no se conforma con cuentos de príncipes y princesas. Letizia, en este contexto, aparece como un símbolo de esa transición, una reina moderna que, según Peñafiel, no termina de encajar ni con el pasado ni con el presente.

Lo que hace de Letizia y yo una obra tan adictiva es su capacidad para mantener al lector en suspense. Cada capítulo suelta una pista, un rumor o una confesión que deja con ganas de más. No todo está comprobado —y Peñafiel lo sabe—, pero esa ambigüedad es parte de su magia. Él mismo ha dicho que “vale más por lo que calla que por lo que cuenta”, y esa filosofía impregna el texto. Hay quienes lo acusan de misoginia o de rencor personal —se dice que su animadversión hacia Letizia comenzó tras un supuesto desplante de ella en un acto oficial—, pero el libro trasciende la mera venganza. Es un espejo que refleja las contradicciones de una monarquía tambaleante y una sociedad que exige respuestas.

Con unas 240 páginas, Letizia y yo se lee con la agilidad de una novela de intriga. La prosa de Peñafiel, directa y sin florituras excesivas, tiene el ritmo de una charla de sobremesa: te engancha, te provoca, te hace querer saber más. Publicado en un momento en que la Corona española enfrenta un escrutinio constante, el libro ha sido un fenómeno editorial, con varias reediciones y una polémica que sigue viva. Le costó a Peñafiel su columna en un prestigioso diario nacional, pero eso solo ha reforzado su imagen de enfant terrible del periodismo. Para algunos, es un chismoso sin escrúpulos; para otros, un valiente que dice lo que nadie osa. Sea como sea, a sus 91 años, Jaime Peñafiel sigue siendo un torbellino, un narrador implacable que, con Letizia y yo, ha lanzado una bomba de relojería destinada a resonar en los pasillos de Zarzuela y en las mentes de sus lectores mucho después de cerrar el libro.

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