sábado, 31 de mayo de 2025

POR QUÉ LAS COSAS SALEN MAL, por el Doctor LAURENCE J. PETER

  


POR QUÉ LAS COSAS SALEN MAL, por el Doctor LAURENCE J. PETER



Laurence Johnston Peter nació el 16 de septiembre de 1919 en Vancouver, Canadá, y desde muy joven mostró una inclinación especial por la educación y la observación del comportamiento humano. Fue maestro de escuela antes de embarcarse en una sólida carrera académica, que lo llevaría a obtener un doctorado en Educación por la Universidad Estatal de Washington. A lo largo de su vida profesional trabajó como profesor universitario en diversas instituciones norteamericanas, especialmente en California, donde también dirigió programas educativos especializados para niños con necesidades emocionales. Fue un pensador que se movía con soltura entre el análisis riguroso y la sátira afilada. Aunque sus trabajos académicos fueron numerosos, fue el humor y la crítica inteligente lo que lo catapultó a la fama internacional con la publicación de El Principio de Peter en 1969, donde introdujo su teoría más célebre sobre la incompetencia estructural dentro de las jerarquías. Falleció en 1990, pero su legado intelectual sigue vivo, en especial por su capacidad para diagnosticar con agudeza las fallas de los sistemas humanos.

En su libro Por qué las cosas salen mal, Laurence J. Peter da un paso más allá de su célebre Principio para escarbar con mayor profundidad en los errores sistemáticos que aquejan a las organizaciones, las instituciones y, en última instancia, a la sociedad. El título no engaña: es una investigación lúcida, amena y, en ocasiones, mordaz sobre las múltiples maneras en que las cosas fracasan, no por accidente, sino por diseño. Peter despliega con brillantez una anatomía de la incompetencia organizada. Analiza cómo las estructuras jerárquicas promueven no el talento, sino la permanencia; cómo las burocracias se blindan contra el sentido común; y cómo, una vez alcanzado un nivel de incompetencia, las personas no solo se estancan, sino que reproducen ineficiencias a su alrededor.

El autor mezcla ejemplos históricos, observaciones personales y situaciones de la vida cotidiana con una prosa ágil, directa y cargada de ironía. No escribe desde el resentimiento, sino desde una inteligencia clara que busca comprender y hacer comprender. Peter demuestra que la incompetencia no es una anomalía, sino una consecuencia lógica de cómo se estructuran muchas instituciones. El libro no es una diatriba vacía contra el sistema, sino una radiografía perspicaz de sus patologías. El lector, entre sonrisas y momentos de reflexión, termina por reconocerse en más de una de sus páginas.

Uno de los conceptos centrales que Peter desarrolla es que los sistemas tienden a evolucionar hacia la complejidad ineficaz. Es decir, que la tendencia natural de muchas organizaciones no es hacia la eficiencia, sino hacia una estructura cada vez más burocrática, en la que las reglas y procedimientos sustituyen la lógica y el buen juicio. El resultado es que las cosas salen mal no porque haya malos individuos, sino porque el sistema mismo propicia el fracaso. Las personas terminan haciendo mal su trabajo no por desidia, sino porque fueron promovidas más allá de su nivel de competencia, atrapadas en funciones para las que no están capacitadas y donde ya no pueden brillar.

Entre las citas más memorables del libro destaca, naturalmente, aquella que resume su visión con una claridad lapidaria: “En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia.” Esta frase, ya icónica, encierra la paradoja de cómo el éxito puede ser la antesala del fracaso. En otro momento, Peter afirma: “El trabajo efectivo es realizado por aquellos que aún no han alcanzado su nivel de incompetencia.” Con esta observación punzante, señala que la productividad de una organización suele estar sostenida por quienes todavía no han sido ascendidos a un puesto en el que se vuelven ineficientes. No menos incisiva es su observación de que “los sistemas fallan porque fueron diseñados por personas que ya alcanzaron su nivel de incompetencia”, lo que lleva a una espiral en la que los errores no solo se repiten, sino que se institucionalizan.

Por qué las cosas salen mal es, en esencia, un libro que enseña a mirar con ojos críticos el mundo que nos rodea, desde el funcionamiento de una empresa hasta las políticas públicas, pasando por la vida académica, el comercio, e incluso las dinámicas familiares. Peter no ofrece soluciones mágicas, pero sí herramientas de pensamiento que ayudan a identificar, prevenir y, en algunos casos, revertir el proceso por el cual la competencia termina convirtiéndose en su propia tumba.

Con su estilo claro y su ironía sutil, Laurence J. Peter consigue algo notable: convertir una reflexión sobre el fracaso en una lectura apasionante. Su análisis está impregnado de una inteligencia que no se limita a señalar lo que está mal, sino que incita al lector a repensar sus propios entornos laborales, sociales y personales. Lo que podría haber sido un ensayo técnico se transforma, en sus manos, en una obra entretenida, esclarecedora y, en el fondo, profundamente humana. Porque todos, en algún momento, hemos sentido que algo no funciona… y Peter tiene una respuesta certera, y a menudo divertida, sobre por qué sucede. Este libro no solo explica el caos, sino que nos ayuda a navegarlo con una sonrisa y un poco más de sabiduría.



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