LA COLMENA, por CAMILO JOSÉ CELA
Camilo José Cela, nacido el 11 de mayo de 1916 en Iria Flavia, Galicia, y fallecido en Madrid el 17 de enero de 2002, fue un coloso de las letras españolas cuya vida y obra destilan una fuerza tan indomable como controvertida. Hijo de un gallego y una madre de ascendencia inglesa, su infancia transcurrió entre Vigo y Madrid, donde la tuberculosis lo obligó a largas estancias en sanatorios, forjando una personalidad introspectiva y rebelde. Estudió Derecho y Medicina sin concluir, pero su verdadera escuela fue la Guerra Civil Española, en la que combatió del lado franquista, una experiencia que marcó su visión cruda de la condición humana. Su debut, La familia de Pascual Duarte (1942), lo catapultó como una voz rupturista, pero fue La colmena (1951) la que lo consagró, publicada en Buenos Aires por la censura franquista. Ganador del Premio Nobel de Literatura en 1989, el Premio Cervantes en 1995 y el Príncipe de Asturias en 1987, Cela fue un narrador versátil que exploró la novela, el ensayo, la poesía y el teatro, fundó la revista Papeles de Son Armadans y ocupó un sillón en la Real Academia Española. Su estilo, cargado de realismo brutal y humor ácido, refleja su vida de viajero incansable, polemista y provocador, un hombre que, como dijo, vivió para escribir “con la misma furia con que otros viven para comer”.
La colmena, publicada en 1951, es una obra maestra que captura el pulso febril de la Madrid de posguerra, un mosaico humano donde la miseria, el deseo y la supervivencia se entrelazan en un retrato vibrante de una sociedad fracturada. Ambientada en 1942, en los años más oscuros del régimen franquista, la novela de Camilo José Cela abandona la linealidad tradicional para tejer un tapiz de más de 300 personajes, cuyas vidas se cruzan en un lapso de pocos días. En el centro está el café de Doña Rosa, un microcosmos donde convergen poetas hambrientos, prostitutas, oficinistas y soñadores atrapados en la monotonía y el desamparo. A través de breves escenas, Cela pinta figuras como Martín Marco, un bohemio errante que encarna el desencanto intelectual, o Doña Celia, una anciana que oculta secretos tras su fachada respetable. La estructura coral, fragmentada en capítulos que saltan entre perspectivas, refleja la deshumanización de la época, donde el hambre y la represión aplastan las esperanzas. La prosa, cargada de diálogos vivos y un humor que oscila entre lo sarcástico y lo trágico, desentraña las pequeñas tragedias y anhelos de una ciudad que respira bajo el peso de la dictadura. Aunque algunos lectores encuentran su falta de una trama central desafiante, La colmena brilla por su capacidad para transformar lo cotidiano en épico, mostrando cómo la humanidad persiste en los márgenes. Esta novela, prohibida inicialmente en España por su crudeza, es un testimonio literario que atrapa al lector, invitándolo a perderse en las calles de Madrid y a descubrir, en cada personaje, un destello de lucha y resistencia.
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