LA REINA SIN ESPEJO, por LORENZO SILVA
Lorenzo Silva, nacido en Madrid en 1966, es un narrador cuya pluma ha elevado la novela negra española a nuevas alturas, tejiendo historias que exploran los recovecos del alma humana con una mezcla de ironía, profundidad y precisión. Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense, su incursión en la abogacía fue breve, pues pronto se inclinó por la escritura, una vocación que lo ha convertido en uno de los autores más leídos de España, con más de dos millones y medio de lectores en todo el mundo. Su carrera despegó con la serie de los guardias civiles Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro, iniciada con El lejano país de los estanques (1998), que ganó el Premio Ojo Crítico, y consolidada con títulos como El alquimista impaciente (Premio Nadal 2000) y La marca del meridiano (Premio Planeta 2012). La reina sin espejo (2005), quinta entrega de esta saga, marcó un hito por su complejidad narrativa y su exploración cultural. Autor prolífico, Silva ha escrito también novelas históricas como Carta blanca (Premio Primavera 2004), ensayos como Sereno en el peligro (Premio Algaba de Ensayo), y libros de viajes como Del Rif al Yebala. Su capacidad para entrelazar tramas policiacas con reflexiones filosóficas y sociales, junto a su reciente colaboración con Noemí Trujillo en La innombrable (2024), lo consagra como un cronista incansable de la condición humana, cuya obra resuena por su autenticidad y su aguda mirada crítica.
La reina sin espejo, publicada en 2005, es la quinta entrega de la aclamada serie protagonizada por los guardias civiles Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro, una novela que trasciende el género policíaco para sumergir al lector en un torbellino de intriga, ironía y reflexión cultural. La historia arranca con el brutal apuñalamiento de Neus Barutell, una célebre presentadora de televisión catalana, en su casa de campo en Zaragoza. Casada con un escritor de culto, la escena del crimen, impregnada de huellas de una noche de sexo y drogas, apunta a un crimen pasional en el mundo del espectáculo. Sin embargo, el sargento Bevilacqua, con su sagacidad teñida de melancolía, y la cabo Chamorro, con su inteligencia afilada, desentrañan una red mucho más compleja que los lleva a Barcelona, un escenario vibrante donde chocan con los bajos fondos, la corrupción policial y las mafias centroeuropeas. La investigación se enriquece con alusiones a Alicia a través del espejo de Lewis Carroll, cuyas pistas literarias, desveladas en parte por el esposo de la víctima, se convierten en claves para resolver el caso. Los diálogos, cargados de humor mordaz, exploran desde referencias a Corelli hasta tensiones autonómicas, reflejadas en la delicada colaboración con los Mossos d’Esquadra. Bevilacqua, enfrentado a ecos de un amor perdido en su pasado barcelonés, añade una capa de introspección que humaniza la trama, mientras la novela se sumerge en el mundo de los chats de internet y la explotación sexual. Aunque algunos lectores han señalado un ritmo inicial pausado por las reflexiones filosóficas, la prosa de Silva, precisa y evocadora, mantiene la tensión hasta un desenlace que sorprende por su profundidad emocional. La reina sin espejo no es solo un misterio; es un retrato de una sociedad en transformación, un canto a la resiliencia de sus personajes y una invitación a mirar más allá de las apariencias, atrapando al lector en una danza de enigmas y verdades ocultas.
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