Joaquín Arrarás fue un periodista e historiador español cuya obra se convirtió en una de las referencias más tempranas sobre la figura de Francisco Franco. Nacido en una época de convulsiones políticas y profundas transformaciones en España, su carrera se desarrolló en un contexto en el que la propaganda y la historiografía oficial se entrelazaban peligrosamente. Fue un escritor prolífico, con un estilo marcado por la claridad expositiva y la solidez documental, aunque su cercanía ideológica al franquismo y su acceso privilegiado a fuentes del régimen han generado amplias controversias sobre la imparcialidad de sus relaciones. No obstante, sus textos han dejado una huella indeleble en la forma en que se construyó la imagen de Franco durante las primeras décadas de la dictadura, lo que le otorga un lugar ineludible en la historiografía española del siglo XX.
"Franco" , la biografía escrita por Arrarás, es más que un simple retrato del militar que marcó el destino de España durante casi cuarenta años. Publicada en los albores del régimen franquista, la obra ofrece un relato épico de la vida del caudillo, desde sus primeros años como un joven oficial disciplinado y ambicioso hasta su consolidación como jefe de Estado tras la Guerra Civil. Arrarás despliega un estilo narrativo que rosa lo hagiográfico, resaltando con detalle la formación de Franco en la Academia Militar de Toledo, su experiencia en las campañas de Marruecos, donde adquirió fama de estratega implacable, y su ascenso meteórico en el señor del ejército español.
Sin embargo, el núcleo del libro reside en su relato de la Guerra Civil española, donde el autor describe con un dramatismo casi novelesco el liderazgo de Franco en el bando sublevado, su capacidad para forjar alianzas estratégicas y su férrea determinación en la construcción de un nuevo orden. Arrarás presenta a su protagonista como el hombre providencial que, en medio del caos, supo restaurar el orden y salvar a España de la anarquía comunista, una visión que ha sido ampliamente cuestionada por historiadores posteriores. El tono de la obra es inequívocamente apologético, evitando profundizar en las sombras del régimen e ignorando los episodios más oscuros de la represión franquista, lo que la convierte en un testimonio valioso no tanto por su veracidad histórica, sino como un documento del discurso oficial del franquismo en sus primeras etapas.
A pesar de sus sesgos evidentes, Franco de Joaquín Arrarás sigue siendo una obra fundamental para comprender cómo se construyó la imagen del dictador en los años iniciales de su gobierno. Su lectura no solo revela la vida y trayectoria de un personaje central en la historia de España, sino también la manera en que el poder modela su propia narrativa, transformando a los protagonistas en mitos y a los historiadores en arquitectos de la memoria oficial.
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