jueves, 5 de junio de 2025

EL EJÉRCITO DE HITLER, por OMER BARTOV

  


EL EJÉRCITO DE HITLER, por OMER BARTOV



Omer Bartov nació en Tel Aviv en 1954, en el seno de una familia marcada por la memoria del Holocausto y las convulsiones del siglo XX europeo. Su madre, originaria de Buczacz, una pequeña ciudad de la región de Galitzia —territorio que hoy se reparte entre Polonia y Ucrania—, fue testigo de la destrucción de la comunidad judía local durante la ocupación nazi, una experiencia que influiría profundamente en la sensibilidad y el enfoque historiográfico de Bartov. Tras servir como comandante en el ejército israelí durante la guerra de 1973, Bartov se formó académicamente en Israel y Alemania, donde desarrolló una mirada crítica y multidisciplinar sobre la historia europea contemporánea. Su carrera lo llevó a convertirse en profesor de historia europea y estudios alemanes en la Universidad Brown, en Estados Unidos, y a consolidarse como una de las principales autoridades mundiales en el estudio del genocidio, el Holocausto y la Segunda Guerra Mundial. Bartov es autor de numerosos libros fundamentales, entre los que destacan “The Eastern Front, 1941-1945”, “Murder in Our Midst: The Holocaust”, “Industrial Killing” y “Erased: vanishing traces of Jewish Galicia in present-day Ukraine”. Su obra se caracteriza por un enfoque innovador que combina el análisis de fuentes oficiales con testimonios personales, diarios, fotografías y rastros materiales, buscando siempre comprender la dimensión humana y moral de los grandes crímenes del siglo pasado.

“El ejército de Hitler. Soldados, nazis y guerra en el Tercer Reich” es una investigación pionera que desmonta uno de los mitos más persistentes de la Segunda Guerra Mundial: la supuesta inocencia o neutralidad ideológica de la Wehrmacht, el ejército regular alemán. Durante décadas, la historiografía y la memoria colectiva presentaron a la Wehrmacht como una institución profesional, ajena a los crímenes del nazismo y obligada a combatir por las circunstancias históricas, mientras que la responsabilidad de las atrocidades recaía exclusivamente en las SS y otras unidades especializadas. Bartov, tras años de investigación y el análisis minucioso de diarios, cartas y testimonios de soldados, demuestra que esta imagen es insostenible. Su tesis central es que la Wehrmacht no solo fue un instrumento fundamental en la maquinaria de guerra del Tercer Reich, sino que compartió plenamente el ideario nazi y participó activamente en crímenes de guerra y genocidio, especialmente en el Frente Oriental.

La obra se adentra en la psicología y la vida cotidiana de los soldados alemanes, explorando cómo el adoctrinamiento político, la propaganda y la brutalización progresiva de la guerra transformaron a jóvenes comunes en perpetradores de violencia extrema. Bartov analiza cómo la ideología nazi impregnó todos los niveles del ejército, desde los altos mandos hasta los soldados rasos, y cómo la imagen del enemigo —judíos, bolcheviques, “subhumanos”— fue interiorizada hasta justificar y naturalizar la masacre. El libro desvela, a través de fuentes personales, cómo muchos de estos hombres no solo ejecutaron órdenes, sino que participaron de manera voluntaria y convencida en asesinatos, saqueos y deportaciones, convencidos de que luchaban en una “guerra de aniquilación” contra un enemigo existencial. Bartov no se limita a la denuncia, sino que busca comprender los mecanismos sociales, culturales y psicológicos que permitieron esta transformación, y cómo la violencia se volvió parte del paisaje moral de la época.

Uno de los aspectos más impactantes del libro es la reconstrucción de la convivencia y la ruptura entre comunidades en Europa del Este. Bartov muestra cómo la presencia del ejército alemán y la colaboración de sectores de la población local facilitaron el exterminio de los judíos, y cómo la guerra desató una espiral de pogromos, limpiezas étnicas y asesinatos en masa. La obra insiste en que no hubo espectadores pasivos: todos, de una u otra manera, fueron partícipes, ya sea como perpetradores, colaboradores, víctimas o testigos. Bartov desafía así la visión simplista de la historia, invitando a reflexionar sobre la responsabilidad individual y colectiva en contextos de violencia extrema.

Entre las citas más destacadas del libro, resalta la siguiente reflexión: “La verdadera pregunta no es cómo unos pocos fanáticos pudieron cometer atrocidades, sino cómo una sociedad entera aprendió a mirar al otro como un enemigo absoluto, despojado de humanidad.” Esta frase condensa el núcleo de la investigación de Bartov: la transformación de la mirada y la conciencia moral que precede a la violencia. Otra cita significativa es: “La Wehrmacht no fue un ejército apolítico arrastrado por la corriente, sino el brazo ejecutor de una ideología de exterminio.” Aquí el autor desmonta el mito de la neutralidad militar y subraya la responsabilidad activa de los soldados alemanes en la implementación del Holocausto. Finalmente, destaca la advertencia: “No existen sociedades inmunes al odio; basta una crisis, una propaganda eficaz y la deshumanización del otro para que la violencia se vuelva posible.” Esta reflexión, de gran actualidad, invita a aprender del pasado para prevenir futuras atrocidades.

“El ejército de Hitler” es, en definitiva, una obra imprescindible para comprender no solo la historia militar del Tercer Reich, sino también los mecanismos profundos que hacen posible la barbarie en sociedades modernas. Bartov combina el rigor documental con una mirada ética y humanista, mostrando que la historia no es solo una cuestión de fechas y batallas, sino de decisiones, valores y responsabilidades. Leer este libro es enfrentarse a las preguntas más incómodas sobre la naturaleza humana y la fragilidad de la civilización, y es también un llamado a la vigilancia y la memoria activa frente a los peligros del odio y la intolerancia.



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