ÚLTIMO DÍA DE UN CONDENADO A MUERTE, por VICTOR HUGO
Victor Hugo, cuyo nombre completo es Victor Marie Hugo, nació el 26 de febrero de 1802 en Besanzón, Francia. Fue hijo de un general del ejército napoleónico y de una madre de firmes convicciones monárquicas, lo que marcó su infancia con contrastes ideológicos y frecuentes mudanzas. Hugo recibió una educación inicial en París, donde destacó por su precocidad intelectual y su inclinación hacia la literatura desde muy joven. A los quince años ya había obtenido premios en concursos literarios y, aunque inició estudios de Derecho, su verdadera vocación fue siempre la escritura.
Victor Hugo es una de las figuras más emblemáticas de la literatura francesa y del movimiento romántico. Su obra abarca poesía, teatro, novela y ensayo, y se caracteriza por su compromiso social y político. Fue miembro de la Academia Francesa y participó activamente en la vida pública, defendiendo causas como la abolición de la pena de muerte y los derechos humanos. Entre sus libros más destacados se encuentran “Los Miserables”, “Nuestra Señora de París” y “El hombre que ríe”, además de su abundante producción poética. Hugo también tuvo un papel relevante como político y fue exiliado durante años por sus ideas republicanas y su oposición a Napoleón III.
“Último día de un condenado a muerte” es una novela breve publicada en 1829, en la que Victor Hugo adopta la voz de un prisionero anónimo condenado a la guillotina. El libro se presenta como el diario íntimo del protagonista durante sus últimas horas de vida, desde su encierro hasta el momento final de su ejecución. La trama no se centra en los hechos que llevaron al personaje a la condena, sino en su angustia, sus pensamientos y emociones ante la inminencia de la muerte.
El personaje principal es el propio condenado, cuya identidad nunca se revela, lo que refuerza el carácter universal de su sufrimiento. A través de su monólogo interior, el lector asiste a la evolución psicológica del protagonista: desde la incredulidad y la esperanza hasta el miedo, la resignación y la desesperación. Otros personajes, como la hija pequeña del condenado y los guardianes, aparecen de manera secundaria, pero contribuyen a acentuar el dramatismo y la humanidad de la historia.
Entre los temas centrales de la obra destacan la crítica a la pena de muerte, la reflexión sobre la justicia y la compasión, y la denuncia de la indiferencia social ante el sufrimiento ajeno. Hugo utiliza la narración en primera persona para sumergir al lector en la mente del condenado, logrando transmitir la angustia existencial y la soledad absoluta del personaje. Uno de los pasajes más impactantes es aquel en el que el protagonista describe la llegada del amanecer, sabiendo que será el último que verá: “¡Oh, morir tan joven! Dejar de vivir cuando apenas se ha comenzado a comprender la vida...”. Este tipo de fragmentos resumen la esencia del libro: la defensa apasionada de la vida y el rechazo a la violencia institucionalizada.
El impacto de “Último día de un condenado a muerte” fue inmediato y profundo. La obra avivó el debate sobre la pena capital en Francia y Europa, y consolidó a Victor Hugo como un firme opositor a la ejecución judicial. La crítica elogió la fuerza emotiva y la innovación formal del libro, que influyó en generaciones posteriores de escritores y pensadores comprometidos con los derechos humanos. Hasta hoy, el texto sigue siendo un referente en la literatura de denuncia social y un alegato conmovedor contra la pena de muerte.
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