jueves, 12 de junio de 2025

EL EJÉRCITO ROJO, por ERICH WOLLENBERG

 


EL EJÉRCITO ROJO, por ERICH WOLLENBERG



Erich Wollenberg nació en 1892 en la ciudad de Königsberg, en la entonces Prusia Oriental, hoy Kaliningrado (Rusia). Fue un médico, periodista y militante comunista alemán que participó activamente en los acontecimientos revolucionarios de su época, en especial en los años convulsos que siguieron al fin de la Primera Guerra Mundial. Estudió medicina en Alemania y se unió al movimiento espartaquista, colaborando con figuras como Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht. Durante la República de Weimar, fue miembro del Partido Comunista Alemán (KPD) y participó en la Revolución de Baviera. Más tarde, tras romper con el estalinismo, se exilió y se convirtió en un crítico implacable del régimen soviético. Su vida estuvo marcada por la lucha política, la represión y el exilio, y su obra escrita refleja una intensa vivencia de la historia del comunismo europeo desde dentro. Además de El Ejército Rojo, escribió artículos, ensayos y memorias centradas en la evolución del movimiento comunista y la traición de sus ideales originales.

El Ejército Rojo es una obra testimonial y crítica que ofrece una visión profunda y documentada del funcionamiento interno del Ejército Rojo soviético, especialmente durante la era de Stalin. El libro, lejos de ser una simple descripción militar, es una denuncia de la burocratización, el autoritarismo y la represión sistemática que caracterizaron a las fuerzas armadas soviéticas y, por extensión, al aparato del Estado comunista. Basado en documentación directa, vivencias propias y testimonios de desertores y opositores, Wollenberg examina el rol político del Ejército Rojo en la consolidación del poder estalinista, la purga de oficiales, la función de los comisarios políticos y el uso del terror como método de disciplina y control ideológico.

Aunque no es una obra de ficción y por tanto no cuenta con personajes en el sentido narrativo clásico, Wollenberg se detiene en figuras clave del régimen como Stalin, Trotski, Voroshílov o Tujachevski, no solo para describir sus funciones, sino para ilustrar el modo en que el poder se ejercía y se mantenía mediante el miedo, la propaganda y la supresión de cualquier disidencia. Se analiza con especial detalle la purga de 1937, donde miles de oficiales fueron ejecutados o deportados bajo acusaciones de traición, debilitando gravemente la estructura de mando del ejército justo antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial.

Entre los temas más destacados que aborda el libro se encuentran la militarización de la política, la fusión entre ideología y estructura castrense, y el modo en que la doctrina estalinista penetró en todos los niveles de la vida militar. El autor insiste en que el Ejército Rojo no fue simplemente una fuerza de defensa nacional, sino una herramienta clave para la represión interna y el control del bloque soviético. Un pasaje significativo del libro retrata cómo los soldados eran vigilados no solo por sus superiores militares, sino por agentes del NKVD (la policía secreta), y cualquier desviación ideológica, incluso una duda verbal, podía significar el arresto o la ejecución. Wollenberg escribe: “En el Ejército Rojo, el enemigo no siempre estaba al otro lado del frente; muchas veces vestía el mismo uniforme y dormía en la misma barraca.”

El impacto del libro fue considerable, especialmente en círculos intelectuales de izquierda no alineados con el estalinismo. Fue recibido con interés y controversia, al ofrecer una visión desde dentro del aparato soviético que contrastaba con la imagen idealizada que muchos sectores progresistas mantenían aún en Occidente. En la posguerra, El Ejército Rojo se convirtió en una referencia clave para comprender la naturaleza autoritaria del comunismo soviético y las contradicciones internas del proyecto revolucionario ruso. Su valor reside no solo en el análisis político, sino en su carga ética: la voz de un hombre que creyó en la revolución y que, desde la decepción, se atrevió a denunciar sus deformaciones más brutales.

La obra de Erich Wollenberg, por tanto, no solo documenta hechos, sino que plantea una reflexión urgente sobre el poder, la traición de los ideales revolucionarios y la importancia de preservar la dignidad humana incluso en medio del conflicto político. El Ejército Rojo es tanto un testimonio histórico como una advertencia lúcida sobre los peligros de la obediencia ciega y la militarización del pensamiento.



 

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