Los Evangelios apócrifos son textos que narran la vida y enseñanzas de Jesús de Nazaret, pero que no fueron incluidos en el canon del Nuevo Testamento. Estos textos fueron escritos en los primeros siglos del cristianismo, y reflejan una variedad de tradiciones y perspectivas sobre Jesús.
El gnosticismo es una corriente filosófica y religiosa que surgió en el siglo I d.C. Los gnósticos creían que el mundo material es un lugar de maldad, y que el alma humana está atrapada en él. Para escapar de este mundo, los gnósticos debían alcanzar el conocimiento (gnosis), que les permitiría unirse al mundo espiritual.
Los Evangelios apócrifos y el gnosticismo están estrechamente relacionados. Muchos de los Evangelios apócrifos fueron escritos por gnósticos, y reflejan sus creencias. Por ejemplo, el Evangelio de Tomás contiene muchas frases que también se encuentran en los escritos gnósticos, como "El Reino de Dios está dentro de ti" y "El que busca, encuentra".
Los Evangelios apócrifos son una fuente valiosa para conocer la diversidad del cristianismo primitivo. Muestran que no había una sola visión de Jesús y de su mensaje, sino que había muchas diferentes. Los Evangelios apócrifos también nos ayudan a comprender mejor el gnosticismo, una corriente filosófica y religiosa que tuvo una gran influencia en el desarrollo del cristianismo.
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