sábado, 31 de mayo de 2025

HISTORIA DE LA MATEMÁTICA, por JULIO REY PASTOR y JOSÉ BABINI

 


HISTORIA DE LA MATEMÁTICA, por JULIO REY PASTOR y JOSÉ BABINI

Julio Rey Pastor y José Babini son dos nombres fundamentales en la historia de la matemática en el ámbito hispanoamericano, figuras que no solo brillaron por su erudición y capacidad investigadora, sino también por su incansable labor docente y de difusión del saber matemático. Julio Rey Pastor nació en Logroño, España, en 1888, y desde muy joven mostró una inteligencia excepcional y una pasión inusual por las ciencias exactas. Su formación fue rigurosa: estudió en Zaragoza bajo la tutela de Zoel García Galdeano, uno de los pioneros de la matemática moderna en España, y pronto se doctoró en Madrid con una tesis que ya revelaba su inclinación por la geometría y la historia de la disciplina. Tras obtener la cátedra de Análisis Matemático, Rey Pastor se convirtió en una figura clave de la renovación matemática española, introduciendo en el país las corrientes más avanzadas de la geometría y el álgebra europeas gracias a sus estancias en Berlín y Gotinga, donde estudió con figuras como Felix Klein. Su inquietud intelectual lo llevó a fundar el Laboratorio y Seminario Matemático en Madrid y a impulsar la creación de revistas científicas y comunidades académicas que conectaron a España con el resto de Europa y América.


En 1917, Rey Pastor viajó por primera vez a Buenos Aires, invitado por la Institución Cultural Española, y ese viaje marcaría el inicio de una fecunda relación con Argentina, país en el que se estableció definitivamente en 1921. Allí, además de desarrollar una intensa labor docente en la Universidad de Buenos Aires y otras instituciones, contribuyó de manera decisiva a la consolidación de la matemática argentina y latinoamericana. Fue miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid y de la Real Academia Española, y recibió distinciones como la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio. Su obra abarca desde la geometría algebraica y la teoría de Galois hasta la historia de la matemática, campo en el que se convirtió en un referente indiscutido.


José Babini, por su parte, nació en Buenos Aires en 1897 y fue discípulo y colaborador de Rey Pastor. Babini se destacó como historiador de la ciencia y matemático, y su trabajo se centró en la investigación y difusión de la historia de la matemática y la ciencia en América Latina. Fue director del Instituto de Historia de la Ciencia y la Técnica de la Universidad de Buenos Aires y miembro de numerosas academias científicas. Su estilo, claro y didáctico, lo convirtió en un divulgador excepcional, capaz de acercar los grandes temas de la ciencia a públicos muy diversos. Juntos, Rey Pastor y Babini formaron una dupla intelectual que dejó una huella imborrable en la cultura científica de habla hispana.


“Historia de la matemática”, obra escrita a cuatro manos, es mucho más que una simple cronología de descubrimientos y teorías: es un viaje apasionante por la evolución del pensamiento matemático desde la antigüedad hasta la modernidad, una narración vibrante que revela la profunda conexión entre la matemática y el desarrollo de la civilización. El libro arranca en los albores de la humanidad, mostrando cómo las primeras sociedades —egipcios, babilonios, chinos, indios— desarrollaron sistemas numéricos, técnicas de cálculo y rudimentos geométricos movidos por necesidades prácticas como la agricultura, la astronomía y la administración. Los autores destacan el carácter universal de la matemática: en todas las culturas, el hombre buscó patrones, regularidades y explicaciones racionales para los fenómenos naturales, sentando así las bases de una ciencia que, aunque abstracta, nunca estuvo desvinculada de la vida cotidiana.


Uno de los grandes méritos del libro es su capacidad para mostrar la matemática como una aventura intelectual colectiva, en la que cada época y cada cultura aportan su propio genio. Rey Pastor y Babini dedican capítulos memorables a la matemática griega, donde florecen la lógica, la demostración y la geometría con figuras como Euclides, Arquímedes y Apolonio, y a la matemática india y árabe, que transmitieron y enriquecieron el legado clásico, inventando el sistema decimal y el álgebra. El Renacimiento europeo es presentado como una etapa de efervescencia creativa, donde la matemática se convierte en el lenguaje de la ciencia moderna, con nombres como Descartes, Newton y Leibniz abriendo nuevas fronteras en el cálculo, la mecánica y el análisis.


El libro no se limita a los grandes nombres y teorías: presta especial atención a los contextos sociales, filosóficos y tecnológicos que hicieron posible cada avance. Los autores exploran cómo la invención de la imprenta, la expansión de las universidades y la revolución industrial transformaron la práctica matemática y su enseñanza, y cómo la matemática moderna —con la aparición de la teoría de conjuntos, la topología, la lógica simbólica y las matemáticas aplicadas— se convierte en una disciplina cada vez más abstracta y universal, pero también más relevante para la tecnología y la vida cotidiana.


La obra destaca, además, la importancia de la matemática en América Latina, reivindicando el aporte de científicos y pensadores hispanoamericanos al desarrollo global de la disciplina. Rey Pastor y Babini insisten en que la historia de la matemática no es solo un relato de genios solitarios, sino una trama de intercambios, traducciones y diálogos entre culturas, donde la creatividad y la perseverancia humana se manifiestan en toda su riqueza.


Entre las citas más representativas del libro, una sobresale por su poder de síntesis: “La historia de la matemática es la historia del esfuerzo humano por comprender el orden del universo.” Esta frase resume la convicción de los autores de que la matemática es, ante todo, una búsqueda de sentido, una aventura intelectual que trasciende épocas y fronteras. Otra cita memorable afirma: “Cada avance matemático es un puente tendido entre la imaginación y la realidad.” Aquí se pone de relieve el carácter creador de la matemática, su capacidad para anticipar y modelar el mundo antes incluso de que la tecnología lo haga posible. Una tercera reflexión, de tono didáctico, sostiene: “No hay progreso científico sin memoria: conocer el pasado matemático es comprender el presente y preparar el futuro.” Esta sentencia subraya la importancia de la historia como herramienta de comprensión y de inspiración para las nuevas generaciones de matemáticos y científicos.


Cada una de estas citas encierra una lección fundamental: la matemática es una construcción colectiva, una obra en permanente evolución, y su historia es inseparable de la historia de la humanidad. “Historia de la matemática” es, en definitiva, un libro imprescindible para quienes desean entender no solo los conceptos y los métodos, sino también el espíritu y la aventura de una ciencia que ha acompañado al hombre desde sus orígenes y que sigue siendo clave para el futuro. Rey Pastor y Babini logran que la historia de la matemática se convierta en un relato fascinante, lleno de humanidad, creatividad y pasión por el conocimiento, y ofrecen al lector una obra que es, al mismo tiempo, una lección de humildad y una invitación a la maravilla.






 

PSICOLOGÍA HUMANA, por LEONARDO CASTELLANI

 


PSICOLOGÍA HUMANA, por LEONARDO CASTELLANI



Leonardo Castellani es una de las figuras más singulares, profundas y polifacéticas de la cultura argentina del siglo XX. Nació en Reconquista, provincia de Santa Fe, el 16 de noviembre de 1899, en el seno de una familia de raíces italianas y fuerte impronta intelectual: su padre fue periodista y dirigente político local. Desde muy joven, Castellani demostró una inteligencia precoz y una inquietud espiritual que lo llevarían a abrazar la vida religiosa y el estudio humanista. Ingresó al Colegio de la Inmaculada de los jesuitas en 1913 y, tras completar su bachillerato, se incorporó como novicio a la Compañía de Jesús en 1918. Su formación fue tan vasta como rigurosa: estudió Filosofía y Teología en la Universidad Gregoriana de Roma, donde fue ordenado sacerdote en 1930, y luego se doctoró en Psicología en la Sorbona de París, en una época en que la disciplina apenas comenzaba a desarrollarse en el ámbito académico argentino. Entre sus maestros e influencias se encuentran figuras de la talla de Joseph Maréchal y el cardenal Louis Billot, pero Castellani supo forjar una voz propia, marcada por la ironía, la profundidad y un estilo inconfundiblemente criollo.

La vida de Castellani estuvo atravesada por la tensión entre el pensamiento libre y la obediencia institucional. Sufrió el rigor de la censura eclesiástica, fue expulsado temporalmente de la Compañía de Jesús y vivió largos periodos de marginación y pobreza, pero nunca renunció a su vocación de escritor y pensador. Su obra, que abarca más de sesenta títulos entre ensayos, novelas, cuentos, poesía y artículos periodísticos, es un testimonio de su insaciable curiosidad y de su compromiso con la verdad, la fe y la libertad intelectual. Castellani fue, además, un orador carismático y un maestro inolvidable, capaz de cautivar a auditorios heterogéneos con su erudición, su humor y su capacidad para traducir las cuestiones más complejas en imágenes y relatos accesibles. Falleció en Buenos Aires en 1981, dejando una huella indeleble en la literatura, la filosofía y la teología argentinas, aunque su figura sigue siendo, en muchos aspectos, un secreto a voces, admirado por lectores fieles y redescubierto por nuevas generaciones.

“Psicología humana” es una de las obras más representativas y valiosas de Castellani, fruto de sus cursos y conferencias dictados en los años cincuenta, y publicada a partir de las notas de sus alumnos y discípulos. El libro se aparta deliberadamente de la psicología positivista y de la psicometría dominante en la época, para ofrecer una visión integral y filosófica del alma humana. Castellani parte de la convicción de que la psicología no puede reducirse a un conjunto de experimentos o estadísticas, ni a una mera técnica de laboratorio: es, ante todo, una reflexión sobre la realidad viva y concreta del hombre, un arte de conocer y cultivar el alma. Por eso, su enfoque es a la vez filosófico, literario y existencial, y se apoya en la tradición clásica, en la experiencia personal y en una mirada penetrante sobre la sociedad y la cultura.

El libro está estructurado en torno a los grandes temas de la psicología clásica: la realidad del alma, las funciones psíquicas, la integración y la unificación de la personalidad, el papel de los instintos, los afectos, las ideas y la sublimación, el carácter, las ilusiones, la presencia y la creación. Castellani aborda cada uno de estos temas con un estilo llano, didáctico y a menudo humorístico, recurriendo a anécdotas, ejemplos literarios y chistes ingeniosos que iluminan las cuestiones más abstractas. Su psicología es, en el fondo, una antropología filosófica: el alma humana es vista como una totalidad compleja, dotada de razón, voluntad, afectos y pasiones, pero también abierta a la trascendencia y al misterio. Castellani no teme dialogar con el psicoanálisis, la psiquiatría y la psicología experimental, pero siempre desde una perspectiva crítica y personal, que rechaza tanto el reduccionismo materialista como la beatería religiosa.

Uno de los grandes logros del libro es su capacidad para hacer accesibles los conceptos más sutiles sin perder profundidad. Castellani insiste en que la psicología verdadera debe partir de la experiencia, del hábito y de la vida concreta, y no encerrarse en métodos abstractos o en modas pasajeras. Por eso, su obra es una invitación a conocerse a sí mismo, a educar los sentimientos, a cultivar la virtud y a buscar la integración de las diversas dimensiones del ser. El autor dedica páginas memorables a la educación de los afectos, a la formación del carácter, a la lucha contra las ilusiones y a la importancia de la presencia y la autenticidad. Su psicología es inseparable de una ética y de una visión del hombre como ser libre, responsable y abierto al misterio de Dios.

Entre las citas más destacadas del libro, sobresale la siguiente: “La psicología verdadera es la que ayuda a conocer el alma, no a medirla ni a diseccionarla.” En esta frase se condensa su rechazo al positivismo y su apuesta por una psicología humanista y trascendente. Otra cita memorable afirma: “El hombre es un ser de costumbre, pero también de ruptura: puede cambiar, puede crecer, puede salvarse.” Aquí Castellani subraya la libertad y la capacidad de transformación del ser humano, frente a las teorías deterministas. Una tercera reflexión, de tono irónico y profundo, sostiene: “Nada hay más difícil que verse a uno mismo tal cual es, sin disfraces ni espejismos.” Esta sentencia resume el desafío central de la psicología: el autoconocimiento como tarea ardua y necesaria, que exige humildad, coraje y sentido del humor.

Cada una de estas citas revela el espíritu de la obra: una psicología al servicio de la vida, de la verdad y de la plenitud humana. Castellani no ofrece recetas fáciles ni técnicas infalibles, sino una invitación a pensar, a sentir y a vivir con mayor profundidad y autenticidad. Su libro es, al mismo tiempo, una crítica a los excesos del cientificismo y una defensa apasionada de la dignidad y la grandeza del alma humana.

“Psicología humana” es, en definitiva, mucho más que un manual o un tratado: es una obra viva, inspiradora y desafiante, que interpela al lector a mirar hacia adentro y a buscar el sentido de su existencia. Castellani logra que la psicología se convierta en una aventura intelectual y espiritual, en un camino de autoconocimiento y de apertura al misterio. Su estilo, tan criollo como universal, tan incisivo como poético, hace que la lectura sea un placer y un estímulo para la reflexión. Leer a Castellani es entrar en diálogo con un maestro que no teme a la verdad, que sabe reírse de sí mismo y que invita a cada lector a emprender el viaje más apasionante: el de descubrir el alma humana en toda su complejidad, su fragilidad y su grandeza.



 

ADA O EL ARDOR, por VLADIMIR NABOKOV

  


ADA O EL ARDOR, por VLADIMIR NABOKOV



Vladimir Nabokov es una de las figuras más deslumbrantes y complejas de la literatura universal del siglo XX. Nacido en San Petersburgo en 1899, en el seno de una familia aristocrática y culta, Nabokov creció rodeado de libros, arte y naturaleza, y desde niño mostró una extraordinaria precocidad intelectual. Aprendió inglés y francés antes incluso que el ruso, y su infancia transcurrió entre institutrices extranjeras, juegos de ajedrez y la contemplación de mariposas, pasión que heredó de su padre y que marcaría tanto su vida como su obra. El estallido de la Revolución Rusa obligó a la familia al exilio en 1919, primero a Inglaterra, donde estudió literatura francesa y rusa en el Trinity College de Cambridge, y luego a Alemania y Francia, donde comenzó a forjarse una reputación como escritor en ruso bajo el seudónimo de V. Sirin. La llegada del nazismo lo empujó a Estados Unidos en 1940, donde se nacionalizó y ejerció como profesor universitario en Wellesley y Cornell, al tiempo que alcanzaba la fama mundial con novelas como “Lolita”, “Pálido fuego” y, por supuesto, “Ada o el ardor”. Nabokov fue también un notable lepidopterólogo y ajedrecista, y su vida, marcada por el exilio, la erudición y la pasión estética, se prolongó hasta 1977, año de su muerte en Montreux, Suiza.

“Ada o el ardor”, publicada en 1969, es considerada por muchos críticos y lectores como la obra más ambiciosa y deslumbrante de Nabokov, una auténtica catedral literaria donde el autor despliega todo su virtuosismo verbal, su ironía, su erudición y su capacidad para el juego intelectual. La novela es, en apariencia, una historia de amor prohibido entre Van Veen y su prima Ada, que en realidad es también su hermana, pero bajo esta superficie escandalosa y apasionada se esconde una reflexión profunda sobre el tiempo, la memoria, el deseo y la identidad. Ambientada en un universo alternativo, Antiterra, que es a la vez un espejo deformado y paródico de la Tierra, la novela mezcla géneros y registros: es saga familiar, tratado filosófico, novela de formación, parodia de la literatura decimonónica y, sobre todo, un festín de referencias literarias, científicas y culturales.

El relato sigue la vida de Van y Ada desde la infancia hasta la vejez, y a través de sus encuentros y separaciones, Nabokov explora la intensidad del amor incestuoso, la voluptuosidad del recuerdo y la imposibilidad de fijar el pasado. El tiempo, que en la novela es tanto lineal como circular, se convierte en un personaje más: los protagonistas viven obsesionados por la reconstrucción de los momentos compartidos, por la búsqueda del paraíso perdido de la infancia y por la lucha contra el olvido. Nabokov utiliza una prosa exuberante, llena de juegos de palabras, alusiones intertextuales, descripciones sensuales y digresiones filosóficas, que convierten la lectura en una experiencia hipnótica y desafiante. El lector se ve arrastrado por una corriente de imágenes, emociones y pensamientos donde la frontera entre realidad y ficción, entre sueño y vigilia, se vuelve cada vez más difusa.

Uno de los aspectos más fascinantes de “Ada o el ardor” es su carácter de novela total: en sus páginas caben la ciencia y la poesía, la historia y la botánica, la metafísica y la sátira social. Nabokov se divierte parodiando a Tolstói, a Proust, a Freud y a los grandes novelistas rusos y franceses, pero también se entrega a la exploración de los grandes temas de la condición humana: el amor absoluto, la fugacidad de la vida, la construcción de la memoria, la identidad múltiple y la naturaleza del arte. La novela es, en este sentido, una meditación sobre el poder de la literatura para crear mundos, para desafiar el tiempo y para dar forma a la experiencia.

Entre las citas más memorables del libro, destaca: “El ardor es la memoria del deseo, y el deseo es la memoria del ardor.” En esta frase se condensa la obsesión central de la novela: la imposibilidad de separar el deseo del recuerdo, la manera en que el amor se alimenta de la evocación y la nostalgia. Otra cita esencial es: “La felicidad es la anticipación de la felicidad.” Aquí Nabokov juega con la paradoja del tiempo: lo que nos hace felices no es tanto la posesión como la espera, el anhelo, la promesa de un instante perfecto que nunca se deja atrapar del todo. Una tercera reflexión, de tono irónico y melancólico, afirma: “La vida es solo una breve interrupción de la nada.” Esta sentencia resume la visión existencial de la novela: la vida, con toda su intensidad y su belleza, es un paréntesis efímero en el vacío, y solo el arte y el amor pueden salvarnos, aunque sea momentáneamente, del olvido.

Cada una de estas citas revela la profundidad y la ambigüedad de la mirada nabokoviana. La primera subraya la circularidad del deseo y la memoria, la segunda explora la dialéctica entre presente y futuro, y la tercera enfrenta al lector con la fragilidad de la existencia. En todas ellas late la convicción de que la literatura, como el amor, es un acto de resistencia contra el tiempo y la muerte, un intento de fijar lo efímero y de transformar la experiencia en belleza.

“Ada o el ardor” es, en definitiva, una obra monumental, exigente y deslumbrante, que desafía al lector a perderse en sus laberintos y a dejarse seducir por su música verbal. Nabokov logra aquí la hazaña de crear un universo propio, donde el lenguaje es a la vez espejo y laberinto, y donde cada página es una invitación al asombro, a la reflexión y al goce estético. Leer “Ada o el ardor” es adentrarse en un mundo donde el tiempo se pliega y se despliega, donde el amor es absoluto y peligroso, y donde la literatura se convierte en la más alta forma de la vida. Nabokov, con su genio y su ironía, nos recuerda que el verdadero arte no ofrece respuestas fáciles, sino que multiplica las preguntas y nos invita a mirar el mundo con ojos nuevos, siempre atentos al misterio y al milagro de la existencia.



EL ESPEJISMO DE DIOS, por RICHARD DAWKINS

  


EL ESPEJISMO DE DIOS, por RICHARD DAWKINS



Richard Dawkins es uno de los intelectuales más influyentes y polémicos de las últimas décadas, un científico que ha trascendido los límites de la biología evolutiva para convertirse en un referente global del pensamiento racional y el escepticismo. Nació en Nairobi, Kenia, en 1941, hijo de padres británicos que trabajaban en el Servicio Colonial, y desde niño creció en un entorno familiar marcado por la curiosidad científica y el rechazo a explicaciones sobrenaturales. A los ocho años, la familia regresó a Inglaterra, donde Dawkins se educó en el colegio Oundle y más tarde en la Universidad de Oxford, donde fue discípulo del célebre etólogo y premio Nobel Nikolaas Tinbergen. Su carrera académica lo llevó a enseñar en la Universidad de California en Berkeley y, posteriormente, a ocupar la prestigiosa cátedra Charles Simonyi de Difusión de la Ciencia en Oxford, cargo que desempeñó hasta 2008. A lo largo de su vida, Dawkins ha sido editor de revistas científicas, conferenciante internacional, colaborador en medios y autor de libros fundamentales como “El gen egoísta”, donde popularizó el concepto de meme y revolucionó la visión de la evolución, y “El fenotipo extendido”, que amplió el alcance de la selección natural más allá del propio organismo. Su labor ha sido reconocida con numerosos premios y distinciones, y su figura es sinónimo de rigor, claridad y valentía intelectual.

“El espejismo de Dios” representa el punto culminante de la faceta más combativa y filosófica de Dawkins. Publicado en 2006, este libro es un manifiesto a favor del ateísmo y la razón científica, y una crítica frontal a la religión como sistema de creencias y como fenómeno social. Dawkins parte de una premisa provocadora: la creencia en un dios personal, lejos de ser una opción respetable o una cuestión de fe privada, es un error intelectual equiparable a un delirio colectivo. Con una prosa brillante, incisiva y a menudo irónica, el autor desmonta los principales argumentos a favor de la existencia de Dios, desde los clásicos filosóficos —como el argumento ontológico, el cosmológico o el del diseño— hasta las justificaciones emocionales y morales. Dawkins no se limita a refutar la idea de un creador sobrenatural, sino que explora los orígenes evolutivos de la religión, la psicología de la fe y los mecanismos sociales que perpetúan las creencias religiosas en las sociedades modernas.

Uno de los grandes méritos del libro es su capacidad para combinar el rigor científico con la pasión argumentativa. Dawkins recurre a la biología evolutiva para explicar por qué los seres humanos son proclives a creer en dioses y en fuerzas invisibles: la religión, sostiene, es un subproducto de la mente humana, una consecuencia de la tendencia natural a buscar patrones y atribuir intenciones, útil en ciertos contextos evolutivos pero peligrosa cuando se convierte en dogma. El autor analiza también el papel de la religión en la historia y la cultura, mostrando cómo, lejos de ser una fuente exclusiva de consuelo y moralidad, ha sido a menudo causa de intolerancia, violencia y represión. Sin embargo, Dawkins reconoce la capacidad de asombro y el sentido de maravilla que la ciencia puede proporcionar, y reivindica una espiritualidad laica basada en la admiración por el universo y la búsqueda honesta de la verdad.

“El espejismo de Dios” es también un alegato a favor de la educación científica y el pensamiento crítico. Dawkins denuncia los peligros de la pseudociencia, el creacionismo y la superstición, y defiende la importancia de enseñar a las nuevas generaciones a pensar por sí mismas, a cuestionar la autoridad y a buscar explicaciones racionales para los fenómenos naturales. El libro está salpicado de anécdotas, ejemplos históricos y referencias culturales que enriquecen el argumento y lo acercan al lector no especializado. La obra ha sido traducida a más de treinta idiomas y ha vendido millones de ejemplares, convirtiéndose en un fenómeno editorial y en un referente del llamado “nuevo ateísmo”.

Entre las citas más emblemáticas del libro, destaca la afirmación: “Cuando una persona sufre de un delirio se llama locura. Cuando muchas personas sufren de un delirio se llama religión.” Esta frase, tomada de Robert M. Pirsig y adoptada por Dawkins, resume el núcleo de su crítica: la religión, lejos de ser una excepción respetable, es una creencia irracional que solo se sostiene por su aceptación colectiva. Otra cita fundamental es: “La fe es la gran excusa, la gran evasión, la gran justificación para evitar la necesidad de pensar y evaluar la evidencia.” Aquí, Dawkins denuncia la fe como un atajo intelectual que exime de la responsabilidad de razonar y buscar pruebas. Una tercera reflexión clave es: “El universo que observamos tiene precisamente las propiedades que cabría esperar si en el fondo no hubiera ningún diseño, ningún propósito, ningún mal ni bien, nada sino indiferencia ciega y despiadada.” Esta sentencia, que ya aparecía en “El río que sale del Edén”, expresa la visión naturalista y desmitificadora de Dawkins: el universo no responde a un plan, sino a leyes impersonales, y nuestro sentido de propósito y moralidad es una construcción humana.

Cada una de estas citas encierra una invitación a la reflexión y al debate. La primera desafía la tendencia a considerar la religión como un fenómeno aparte, exento de crítica racional. La segunda pone en cuestión el valor de la fe como virtud, y la tercera nos enfrenta a la realidad de un universo sin sentido preestablecido, donde la responsabilidad de crear significado recae sobre nosotros mismos.

“El espejismo de Dios” es, en suma, un libro valiente, apasionado y profundamente didáctico, que desafía al lector a examinar sus creencias y a abrazar el poder liberador de la razón. Dawkins logra que la ciencia y la filosofía se conviertan en aliados en la búsqueda de respuestas, y que el escepticismo no sea una actitud cínica, sino una forma de respeto por la verdad y la dignidad intelectual. Su obra es un llamado a la honestidad, a la curiosidad y a la libertad de pensamiento, y un recordatorio de que el asombro ante el universo puede ser aún mayor cuando dejamos atrás las ilusiones y nos enfrentamos a la realidad con ojos abiertos y mente despierta.



LAS MUJERES DE LA NASA, por NATHALIA HOLT

  


LAS MUJERES DE LA NASA, por NATHALIA HOLT



Nathalia Holt es una de las voces más fascinantes y comprometidas de la divulgación científica actual, una autora que ha dedicado su carrera a sacar a la luz las historias ocultas de las mujeres que cambiaron el rumbo de la ciencia y la tecnología. Nacida en Nueva York el 13 de diciembre de 1980, Holt es microbióloga, científica y periodista, con una formación académica que abarca la Universidad del Sur de California, la Universidad Tulane y la Universidad de Harvard. Su trabajo en el Instituto Phillip T. y Susan M. Ragon la llevó a especializarse en biología molecular, inmunología y el estudio del VIH, pero su verdadera pasión ha sido siempre la escritura y la investigación histórica, especialmente en torno al papel de las mujeres en campos tradicionalmente dominados por hombres. Holt ha colaborado con medios de prestigio como The New York Times, The Atlantic, PBS y Popular Science, y sus libros han sido aclamados por su rigor, su capacidad narrativa y su sensibilidad para rescatar del olvido a las pioneras de la ciencia. Vive en California, junto al océano, con su familia, y desde allí sigue explorando los archivos y las historias que desafían los estereotipos y amplían nuestra visión del pasado y del presente.

“Las mujeres de la NASA” —título en español de su obra “Rise of the Rocket Girls: The Women Who Propelled Us, from Missiles to the Moon to Mars”— es un libro que deslumbra tanto por la riqueza de su documentación como por la humanidad de sus protagonistas. Holt nos transporta al Laboratorio de Propulsión a Reacción (JPL) de la NASA en California, en los años cuarenta, cincuenta y sesenta, cuando la exploración espacial era apenas un sueño y los ordenadores eran personas, no máquinas. En ese universo de ingenieros y científicos, un grupo de mujeres excepcionales —muchas de ellas jóvenes brillantes reclutadas por supervisoras visionarias como Macie Roberts y Helen Ling— se convirtieron en las “computadoras humanas” responsables de los cálculos que harían posible el salto al espacio. El libro narra con detalle las vidas y los desafíos de figuras como Barbara Paulson y Susan Finley, quienes, en una época en que pocas carreras científicas estaban abiertas a las mujeres, no solo participaron en los proyectos más ambiciosos de la NASA, sino que fueron esenciales para su éxito.

Holt reconstruye la historia de estas pioneras a partir de una investigación exhaustiva en archivos, cartas personales y entrevistas, y logra que el lector se sumerja en el ambiente de una época marcada por la discriminación de género, pero también por la pasión y la camaradería. El relato está tejido con la precisión de una novela y la profundidad de un ensayo histórico: asistimos a los primeros lanzamientos de cohetes, a las noches interminables de cálculos y pruebas, a las tensiones y alegrías de un equipo que se enfrentaba a lo desconocido con valentía y determinación. La autora no solo muestra los logros técnicos de estas mujeres —cuyos cálculos permitieron desde la llegada de sondas a la Luna hasta el envío de naves a Marte—, sino que también explora sus vidas personales, sus sueños, sus luchas por conciliar la vida familiar con una carrera exigente y su impacto silencioso en la historia de la ciencia.

Uno de los aspectos más poderosos del libro es su capacidad para conectar la historia de estas “rocket girls” con los grandes hitos de la exploración espacial y con los debates actuales sobre igualdad de género en la ciencia y la tecnología. Holt demuestra que, sin el trabajo invisible y a menudo no reconocido de estas mujeres, la NASA no habría alcanzado muchos de sus éxitos. Además, la autora sitúa a sus protagonistas en el contexto más amplio de la historia social y científica de Estados Unidos, mostrando cómo su perseverancia abrió caminos para generaciones futuras de ingenieras, matemáticas y científicas. El libro es, en este sentido, tanto un homenaje como una reivindicación: una invitación a mirar la historia con otros ojos y a reconocer el valor de quienes, desde la sombra, impulsaron la humanidad hacia las estrellas.

Entre las citas más destacadas de la obra, resalta la frase: “Ellas eran las computadoras, y su trabajo era tan esencial como invisible.” Esta sentencia resume la paradoja de la contribución femenina en la ciencia: imprescindible, pero a menudo ignorada por la historia oficial. Otra cita memorable es: “En un mundo que les decía que no podían, ellas calcularon la trayectoria de los sueños.” Aquí, Holt pone en primer plano la fuerza de voluntad y la inteligencia de sus protagonistas, capaces de desafiar las expectativas y demostrar que el talento no tiene género. Una tercera reflexión clave del libro afirma: “El espacio no era solo una frontera para la humanidad, sino para cada una de ellas, que debía conquistar su lugar todos los días.” Esta frase encapsula el doble desafío que enfrentaron: conquistar el universo y, al mismo tiempo, conquistar el derecho a participar en esa aventura.

Cada una de estas citas encierra una lección. La primera nos recuerda la importancia de visibilizar el trabajo de quienes han sido marginados por los relatos tradicionales. La segunda celebra la capacidad de las mujeres para soñar y lograr lo imposible, incluso en condiciones adversas. La tercera subraya que la verdadera conquista no es solo tecnológica, sino también social y personal.

“Las mujeres de la NASA” es mucho más que un libro de historia o de divulgación científica: es una narración vibrante, emocionante y profundamente humana sobre la valentía, la inteligencia y la solidaridad. Holt logra que el lector se identifique con sus protagonistas, que comprenda la magnitud de sus logros y que se emocione ante sus pequeñas y grandes victorias. La obra es, además, una llamada a la acción: a seguir luchando por la igualdad, a reconocer el valor de la diversidad y a no olvidar nunca que, detrás de cada avance científico, hay historias de esfuerzo, pasión y sueños compartidos. Leer a Nathalia Holt es descubrir que la historia de la ciencia está llena de heroínas anónimas y que, gracias a su trabajo, hoy seguimos mirando las estrellas con esperanza.



EL REY ARTURO EN BUSCA DE SU PERRO Y OTROS ACERTIJOS CURIOSOS, por RAYMOND M. SMULLYAN

 

EL REY ARTURO EN BUSCA DE SU PERRO Y OTROS ACERTIJOS CURIOSOS, por RAYMOND M. SMULLYAN

 


Raymond Merrill Smullyan fue uno de esos genios irrepetibles que parecen salidos de una novela fantástica, capaz de conjugar la lógica más rigurosa con el humor más sutil y la magia más desconcertante. Nació en Far Rockaway, Nueva York, en 1919, y desde muy pequeño mostró una fascinación por los enigmas y las matemáticas recreativas, así como por la música, campo en el que también fue un niño prodigio. Su vida, lejos de seguir los cauces convencionales, fue una sucesión de aventuras intelectuales y vitales: abandonó la escuela secundaria a los trece años, se convirtió en autodidacta y alternó estudios de piano con incursiones en la magia, llegando a ganarse la vida como ilusionista en los clubes de Chicago bajo el nombre de “Five-Ace Merrill”. Esta mezcla de disciplinas, lejos de dispersarlo, le permitió forjar una visión única, donde la lógica y la creatividad se retroalimentan y se potencian mutuamente.

Smullyan, que nunca tuvo prisa por obtener títulos académicos, fue admitido en la Universidad de Chicago a los 35 años y, poco después, se doctoró en Filosofía en Princeton bajo la tutela de Alonzo Church, uno de los padres de la computación teórica. A lo largo de su carrera, ejerció como profesor en universidades como Princeton, Indiana y la City University of New York, y publicó decenas de libros que lo consagraron como uno de los grandes divulgadores de la lógica y las matemáticas recreativas del siglo XX. Además, fue pianista, filósofo taoísta, humorista y, sobre todo, un mago de la mente, capaz de sorprender a sus alumnos y lectores con acertijos que desafiaban tanto la intuición como la imaginación. Su vida, que se prolongó hasta los 97 años, fue un canto a la curiosidad, la libertad intelectual y el placer de pensar.

“El Rey Arturo en busca de su perro y otros acertijos curiosos” es un libro que condensa a la perfección el espíritu lúdico y desafiante de Smullyan. En esta obra, el autor nos invita a recorrer un reino donde la lógica es la clave para resolver los misterios más insólitos, y donde los personajes de la leyenda artúrica —caballeros, magos, dragones y, por supuesto, el propio Rey Arturo— se convierten en protagonistas de ingeniosos rompecabezas. El libro está estructurado como una serie de relatos breves y acertijos, cada uno de los cuales plantea al lector un desafío intelectual que, más allá de la solución, busca despertar el asombro y la reflexión.

La magia de Smullyan reside en su capacidad para transformar la lógica en un juego narrativo. Cada acertijo es una pequeña historia, un escenario donde las reglas del razonamiento se entrelazan con la fantasía y el humor. Así, el lector se encuentra con situaciones aparentemente absurdas —un dragón que solo dice la verdad los martes, un mago que responde con preguntas, un perro que se esconde siguiendo un patrón lógico— y debe emplear el pensamiento deductivo para desentrañar el enigma. El libro no solo entretiene, sino que enseña: a través de sus páginas, Smullyan introduce conceptos fundamentales de la lógica, como la deducción, la paradoja, la contradicción, la inferencia y la autorreferencia, sin recurrir jamás a tecnicismos áridos ni a explicaciones tediosas.

Uno de los grandes logros de esta obra es su tono accesible y su invitación constante a la participación. Smullyan no se dirige al lector como un profesor distante, sino como un cómplice en el juego del pensamiento. Sus acertijos, lejos de ser meros pasatiempos, son auténticos ejercicios de creatividad y rigor, que invitan a mirar el mundo con ojos nuevos y a disfrutar del placer de descubrir. El autor sabe que la lógica, bien entendida, no es enemiga de la imaginación, sino su mejor aliada: en el reino de Arturo, la fantasía y la razón bailan juntas en un vals interminable.

El contenido del libro es tan variado como sorprendente. Hay acertijos clásicos de “caballeros y mentirosos”, problemas de deducción con respuestas inesperadas, paradojas que rozan el absurdo y relatos donde la lógica se convierte en el hilo conductor de la aventura. Smullyan explora también los límites del lenguaje, la ambigüedad de las palabras y las trampas del razonamiento cotidiano. Cada historia es una invitación a pensar, a dudar, a buscar la solución más ingeniosa y, sobre todo, a disfrutar del proceso.

Entre las citas más memorables del libro, destaca una que resume su filosofía: “La lógica es el arte de pensar sin dejarse engañar por las apariencias.” Esta frase, sencilla y profunda, invita a mirar más allá de lo evidente y a ejercitar el pensamiento crítico, no solo para resolver acertijos, sino para enfrentarse a los desafíos de la vida real. Otra cita reveladora es: “El verdadero placer de un enigma no está en la respuesta, sino en el camino que recorremos para hallarla.” Aquí, Smullyan reivindica el valor del proceso, del esfuerzo intelectual y de la curiosidad como motores del aprendizaje. Una tercera reflexión, cargada de humor, afirma: “Un mago nunca revela sus secretos, pero un lógico siempre deja pistas.” Con ella, el autor subraya el carácter lúdico y generoso de la lógica: el enigma no es un muro, sino una puerta abierta a la creatividad.

Cada una de estas citas encierra una lección. La primera nos recuerda la importancia de la lógica como herramienta para navegar en un mundo lleno de apariencias y engaños. La segunda celebra la curiosidad y el goce intelectual, animándonos a disfrutar del viaje tanto como del destino. La tercera, con su guiño humorístico, revela la actitud de Smullyan ante el conocimiento: compartir, invitar, desafiar, pero nunca imponer.

“El Rey Arturo en busca de su perro y otros acertijos curiosos” es mucho más que un libro de enigmas: es una celebración del pensamiento libre, una invitación a la aventura intelectual y un homenaje a la capacidad humana de asombrarse y aprender. Smullyan logra que el lector se sienta parte de una comunidad de exploradores, donde cada pregunta es un mapa y cada respuesta, un tesoro. Su obra, impregnada de humor, ingenio y sabiduría, demuestra que la lógica no es solo para matemáticos o filósofos, sino para todos aquellos que se atreven a pensar, a jugar y a soñar. En tiempos de certezas rápidas y respuestas inmediatas, el legado de Smullyan es más necesario que nunca: una llamada a la paciencia, a la duda y al goce de la mente. Quien se adentre en las páginas de este libro, no solo encontrará acertijos, sino también una lección de vida: la de mirar el mundo con ojos curiosos y el corazón abierto al misterio.




BREVE HISTORIA CONTEMPORÁNEA DE LA ARGENTINA ( 1916 – 2010 ), por LUIS ALBERTO ROMERO

  


BREVE HISTORIA CONTEMPORÁNEA DE LA ARGENTINA ( 1916 – 2010 ), por LUIS ALBERTO ROMERO



Luis Alberto Romero es, sin duda, una de las figuras más influyentes de la historiografía argentina contemporánea. Nacido en Buenos Aires en 1944, es hijo del también célebre historiador José Luis Romero, lo que lo sitúa en una tradición intelectual de profundo compromiso con el análisis crítico del pasado nacional. Formado en la Universidad de Buenos Aires, donde se graduó como profesor de Historia en 1967, Romero ha desarrollado una extensa carrera académica y de investigación. Fue profesor titular de Historia Social General en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA durante más de dos décadas, y se desempeñó como investigador principal del CONICET, el principal organismo científico de la Argentina. Ha dirigido el Centro de Estudios de Historia Política en la Universidad Nacional de San Martín y ha sido docente en prestigiosas instituciones nacionales e internacionales, como la FLACSO, la Universidad Torcuato Di Tella, la Universidad de Salamanca, la École d’Hautes Études en Sciences Sociales de París y la City University of New York. Su labor ha sido reconocida con distinciones como el Premio Konex y la Beca Guggenheim, y es miembro de la Academia Nacional de la Historia y de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas. Además de su prolífica producción académica, Romero es un activo intelectual público, con frecuentes intervenciones en medios de comunicación y una mirada siempre aguda sobre los problemas estructurales del país.

“Breve historia contemporánea de la Argentina (1916-2010)” es una obra fundamental para comprender el devenir político, social y económico del país desde la irrupción de la democracia moderna hasta los albores del siglo XXI. Lejos de limitarse a una mera cronología de acontecimientos, Romero propone una interpretación de fondo, donde el Estado, los grupos de interés y la sociedad civil ocupan un lugar central en el análisis. El libro comienza en 1916, con la llegada de Hipólito Yrigoyen y la consolidación del voto universal masculino, abriendo una etapa de participación política de las masas y de tensiones entre las élites tradicionales y los nuevos actores sociales. A partir de allí, el relato avanza por las décadas de inestabilidad institucional, la emergencia del peronismo, los ciclos de democracia y dictadura, el drama de la violencia política de los años setenta, la tragedia de la última dictadura militar y la recuperación democrática de 1983, hasta llegar a la crisis de 2001 y los desafíos del siglo XXI.

Romero se detiene en los grandes dilemas que han marcado la historia argentina: la construcción del Estado, la relación entre democracia y corporaciones, el papel de los partidos políticos, la persistencia de la desigualdad social y las dificultades para consolidar un desarrollo económico sostenido. Su análisis es lúcido y didáctico, y logra explicar con claridad las causas profundas de los conflictos recurrentes, como la tensión entre la modernización y la tradición, la debilidad de las instituciones, la fragmentación social y la búsqueda constante de un modelo de país inclusivo y estable. El autor no rehúye los temas difíciles: aborda la violencia política, el autoritarismo, la represión, la corrupción y la crisis de representación, pero también reconoce los logros, como la ampliación de derechos, la vitalidad de la sociedad civil y la capacidad de resiliencia de la democracia argentina.

Uno de los grandes aciertos del libro es su capacidad para combinar el rigor académico con una prosa clara y accesible, lo que lo convierte en una lectura imprescindible tanto para estudiantes como para el público general. Romero utiliza un enfoque interpretativo que pone en primer plano la interacción entre el Estado y los grupos de interés, señalando que los problemas argentinos no se explican solo por la debilidad de la democracia, sino por la dificultad de construir un Estado capaz de articular los intereses sociales y garantizar el bien común. Esta perspectiva, que el propio autor reconoce haber desarrollado con el tiempo, le permite ofrecer una visión renovada de la historia nacional, en la que la democracia es condición necesaria pero no suficiente para resolver los desafíos estructurales del país.

El libro destaca, además, por su honestidad intelectual: Romero no busca imponer una visión única, sino que invita al lector a reflexionar sobre las continuidades y rupturas de la historia argentina, sobre los aciertos y errores de sus protagonistas, y sobre las posibilidades abiertas para el futuro. Su análisis del peronismo, por ejemplo, es equilibrado y matizado: reconoce su papel en la inclusión social y la ampliación de derechos, pero también señala sus límites y contradicciones, especialmente en relación con la construcción institucional y la convivencia democrática. De igual modo, su mirada sobre los años de dictadura es rigurosa y comprometida, subrayando tanto el horror de la represión como la necesidad de memoria, verdad y justicia.

Entre las citas más destacadas del libro, una sobresale por su capacidad de síntesis: “La historia argentina del siglo XX puede ser leída como un largo intento, a menudo frustrado, de construir un Estado capaz de integrar a una sociedad plural y compleja”. Esta frase condensa el eje interpretativo de Romero, para quien el Estado es el escenario donde se juegan los grandes desafíos nacionales. Otra cita relevante es: “La democracia argentina ha mostrado una notable capacidad de supervivencia, pero también una persistente dificultad para resolver los problemas de fondo que la aquejan”. Aquí, el autor subraya la paradoja de una democracia resistente pero incompleta, que debe enfrentar el reto de la inclusión y la eficacia. Finalmente, una tercera reflexión invita a pensar en el futuro: “El desafío del siglo XXI es construir un Estado democrático que sea, a la vez, eficaz, legítimo y capaz de articular los intereses de una sociedad diversa”. Esta sentencia resume la apuesta de Romero por una historia que no solo explica el pasado, sino que ilumina los caminos posibles para el porvenir.

Cada una de estas citas revela el enfoque de Romero: una historia que no se limita a los hechos, sino que busca comprender los procesos, las estructuras y las mentalidades que han dado forma a la Argentina contemporánea. El autor invita al lector a mirar más allá de los nombres y las fechas, a descubrir las fuerzas profundas que modelan la vida política y social, y a asumir la responsabilidad de pensar críticamente el presente y el futuro.

En suma, “Breve historia contemporánea de la Argentina (1916-2010)” es mucho más que un manual de historia: es una guía lúcida y apasionante para entender los dilemas, las esperanzas y las contradicciones de un país en permanente búsqueda de sí mismo. Romero logra que la historia cobre vida, que los debates del pasado resuenen en el presente, y que el lector se sienta interpelado a participar en la construcción de una Argentina más justa, democrática y plural. Su obra es, en definitiva, una invitación a pensar la historia como un ejercicio de ciudadanía, memoria y compromiso.



UNA SEÑAL EN EL CORAZÓN ( ANTOLOGÍA ), por ANTONIO GALA

  



Antonio Gala fue, sin duda, una de las voces más singulares y reconocibles de la literatura española contemporánea. Nacido en Brazatortas, Ciudad Real, en 1930, y fallecido en Córdoba en 2023, Gala vivió una vida marcada por la pasión por la palabra y la belleza, y por una inquebrantable vocación humanista. Desde muy joven, demostró ser un niño prodigio, fascinado por la lectura, la historia, la poesía y la filosofía, campos que marcarían su obra y su pensamiento. Su carrera literaria abarcó prácticamente todos los géneros: poesía, teatro, novela, ensayo, artículo periodístico y guion televisivo. Fue un autor de éxito entre el público y galardonado con los premios más prestigiosos, como el Premio Planeta, el Premio Nacional de Teatro Calderón de la Barca, el accésit del Adonáis y el Premio Quijote de Honor, entre otros. Gala fue también un comprometido defensor de la cultura y la juventud creadora, como lo demuestra la fundación que lleva su nombre, dedicada a apoyar a jóvenes artistas.

La obra de Antonio Gala es un universo de lirismo, ironía y rebeldía, donde la búsqueda de la belleza y la justicia se entrelazan con la introspección, la pasión y la defensa de las causas perdidas. Su estilo, inconfundible, está marcado por una cuidada elaboración formal y una desbordante riqueza de imágenes, aforismos y juegos de palabras. Gala supo convertir la literatura en un espacio de encuentro entre la emoción y la reflexión, entre la memoria y el deseo, entre la historia y el presente. Sus textos, ya fueran poemas, ensayos, relatos o piezas teatrales, siempre destilan una profunda sensibilidad y una mirada crítica, a menudo irónica, sobre la realidad.

“Una señal en el corazón” es una antología que condensa la esencia de la obra de Antonio Gala, reuniendo poesía, relatos, pequeños ensayos, artículos y textos dramáticos en una travesía literaria que recorre los paisajes más íntimos y universales del autor. Esta selección, lejos de ser un simple compendio, es un testimonio de la absoluta coherencia y fidelidad de Gala a los principios que guiaron su escritura desde sus inicios: la búsqueda de la belleza, la persecución de la justicia, la aspiración a la esperanza, la pasión por el lenguaje, la fugacidad del tiempo, la muerte, el naufragio constante del amor, la solidaridad y la defensa de los desheredados. Todo ello, envuelto en un tono meditativo, introspectivo y, a veces, humorístico o esperpéntico, que dota a sus textos de una vitalidad inconfundible.

En esta antología, la música de las palabras de Gala resuena con fuerza, y la ironía y la rebeldía se mezclan con la melancolía y la celebración de la vida. Andalucía, su tierra, aparece como una pasión y un destino, un punto de partida y de llegada desde el que el autor proyecta su mirada universal. La obra está atravesada por una clara voluntad de belleza, pero también por una conciencia aguda de la fugacidad y el dolor, del amor y la pérdida, de la esperanza y la desilusión. Gala explora el amor en todas sus formas: el amor apasionado y el amor herido, el amor como redención y como condena, el amor que da sentido a la existencia y el que la desgarra. Sus textos son también una meditación sobre el tiempo, la muerte y el destino, sobre la soledad y la necesidad de compañía, sobre la identidad y la memoria.

La antología es, además, una muestra de la extraordinaria capacidad de Gala para el aforismo y la frase memorable. Sus palabras, siempre precisas y sugerentes, invitan a la reflexión y al asombro. “Todo el que ama busca su destino en aquello que ama, y una tarde: ‘Ya he llegado’, se dice, ‘descansaré sobre estos labios’”, escribe Gala, evocando la búsqueda incesante del sentido a través del amor, y la ilusión de haberlo encontrado, aunque solo sea por un instante. En otro momento, afirma: “Nosotros somos el destino: no se compadece el ser ni se acompaña la soledad con otra soledad”, una declaración de autonomía y de responsabilidad existencial, que invita a asumir la vida como una tarea propia e intransferible.

Entre las citas más destacadas de su obra, muchas recogidas en esta antología, resuenan algunas que se han convertido en emblemas de su pensamiento: “No soy pesimista. Soy un optimista bien informado”, donde Gala condensa su actitud vital, marcada por la lucidez y la ironía, por la capacidad de ver la realidad sin perder la esperanza. “La felicidad es un trastorno mental que nunca he perseguido”, una reflexión que revela su escepticismo ante las promesas fáciles y su apuesta por una vida intensa, aunque no siempre feliz. “No se trata de añadir años a la vida, sino de dar vida a los años”, frase que encierra su filosofía de aprovechar el tiempo y vivir con plenitud. “La victoria te duele, y mansamente sobre tus hombros llevas tu destino de amor, mi delicada y sangrienta vida”, donde el amor aparece como una fuerza contradictoria, capaz de herir y de redimir al mismo tiempo. “Sin ti, ni el pan ni el vino, ni la vida, ni el hambre, ni el jugoso color de la mañana tienen ningún sentido ni para nada sirven”, una declaración absoluta sobre el poder transformador del amor.

Estas citas, además de su belleza formal, son auténticas puertas de acceso al universo de Gala. La primera, sobre el optimismo informado, revela su mirada crítica y su rechazo al conformismo. La segunda, sobre la felicidad, muestra su ironía y su preferencia por la intensidad vital sobre la búsqueda pasiva de la dicha. La tercera, sobre dar vida a los años, es una invitación a vivir con pasión y conciencia. La cuarta, sobre la victoria y el amor, expresa la complejidad de los sentimientos humanos, y la última, sobre la ausencia del ser amado, resume la centralidad del amor en la experiencia humana según Gala.

“Una señal en el corazón” es, en definitiva, un libro que invita a la relectura y a la reflexión, una obra que condensa la voz inconfundible de Antonio Gala y su apuesta por una literatura comprometida con la belleza, la justicia y la vida. Es un viaje por los paisajes interiores y exteriores de un autor que supo hacer de la palabra un refugio y un desafío, un canto y una pregunta, una señal indeleble en el corazón de sus lectores.


50 C0SAS QUE HAY QUE SABER SOBRE GENÉTICA, por MARK HENDERSON

  




Mark Henderson es una de esas raras figuras que logran tender puentes sólidos entre la ciencia y el gran público. Nacido en el Reino Unido, Henderson se formó en las mejores universidades británicas y pronto se consolidó como periodista científico de referencia, especialmente durante su etapa como editor de ciencia en el diario The Times. Su pasión por la divulgación, unida a una curiosidad insaciable y a un talento natural para la narración, lo llevó a explorar los rincones más fascinantes de la biología moderna. A lo largo de su carrera, Henderson ha sido testigo privilegiado de los avances más revolucionarios en genética, medicina y biotecnología, y ha sabido transmitirlos con claridad, rigor y un inconfundible entusiasmo. Su obra se caracteriza por una prosa precisa, elegante y cercana, que nunca sacrifica la profundidad científica en aras de la sencillez, y que invita a lectores de todos los niveles a adentrarse en los misterios de la vida.

En su libro “50 cosas que hay que saber sobre genética”, Henderson despliega su maestría didáctica para ofrecernos una guía imprescindible por el universo genético. La obra se compone de cincuenta capítulos breves, cada uno dedicado a un concepto, descubrimiento o dilema fundamental de la genética, pero lejos de ser un simple compendio de datos, el libro es un auténtico viaje narrativo. Henderson comienza su relato en los orígenes de la disciplina, evocando los experimentos de Mendel con guisantes y la revolución intelectual que supuso la teoría de la evolución de Darwin. A partir de ahí, el lector es conducido a través de los grandes hitos científicos, como el descubrimiento de la estructura del ADN por Watson y Crick, la descodificación del genoma humano y la aparición de tecnologías tan disruptivas como la clonación y la edición genética.

Lo que hace que este libro destaque entre otros manuales de divulgación es la forma en que Henderson entrelaza la historia de la genética con las preguntas más profundas sobre la naturaleza humana. ¿Qué nos hace únicos? ¿Por qué heredamos ciertas enfermedades o rasgos? ¿Hasta qué punto estamos determinados por nuestros genes y cuánto margen deja la genética al libre albedrío y al entorno? Henderson responde a estas cuestiones con ejemplos brillantes, analogías esclarecedoras y un tono siempre cercano, logrando que el lector se sienta parte de una conversación apasionante y nunca de una clase magistral distante.

A lo largo de sus páginas, el autor aborda temas tan variados como la genética de las enfermedades, la herencia de los rasgos físicos y del comportamiento, la biología molecular, la epigenética, la ingeniería genética y la medicina personalizada. Explica con claridad cómo los genes no son solo instrucciones fijas, sino que interactúan de manera compleja con el entorno, y cómo los avances en el estudio del genoma han abierto la puerta a tratamientos individualizados y a la prevención de enfermedades antes inimaginables. Henderson no elude los debates éticos y sociales que plantea la genética moderna: la clonación, la posibilidad de diseñar bebés a medida, la edición de genes mediante tecnologías como CRISPR, la privacidad genética y el riesgo de discriminación. Cada capítulo es una invitación a reflexionar sobre los límites del conocimiento y el poder humano, y sobre las responsabilidades que conlleva manipular la esencia misma de la vida.

Uno de los grandes logros del libro es su capacidad para transmitir la emoción del descubrimiento científico. Henderson describe con viveza los momentos clave de la historia de la genética, desde los primeros experimentos de Mendel hasta la creación de la oveja Dolly, pasando por la carrera internacional para descifrar el genoma humano. Pero no se limita a narrar hechos: explora las implicaciones filosóficas de cada avance, mostrando cómo la genética ha transformado nuestra visión de la salud, la identidad y la evolución. El lector comprende que, aunque compartimos la mayor parte de nuestro ADN con otros seres humanos y con muchas especies animales, las pequeñas diferencias genéticas son las que nos dotan de individualidad y diversidad.

El libro también destaca por su enfoque equilibrado y su honestidad intelectual. Henderson presenta con objetividad los argumentos a favor y en contra de los avances más polémicos, como la edición genética y la creación de organismos artificiales, y anima al lector a formarse su propia opinión informada. Aborda temas como la genética del comportamiento, la inteligencia, la raza y la genealogía, dejando claro que los genes influyen, pero no determinan por completo, nuestro destino. La interacción entre naturaleza y educación, entre herencia y ambiente, es uno de los hilos conductores de la obra, que se convierte así en una reflexión profunda sobre la complejidad de la vida.

Algunas de las citas más memorables del libro resumen su espíritu y profundidad. “Vivimos una auténtica revolución en el conocimiento humano. Desde que nuestra especie es capaz de elaborar un razonamiento complejo, nos hemos preguntado de dónde venimos, por qué nos comportamos como lo hacemos, cómo actúan nuestros cuerpos en la enfermedad y la salud, y por qué nos parecemos tanto unos a otros aunque, al mismo tiempo, somos muy distintos y poseemos una maravillosa individualidad”. Esta frase condensa el asombro ante el misterio de la vida y la promesa de la genética para desvelar sus secretos, situando al lector en el centro de una búsqueda milenaria que hoy vive una aceleración sin precedentes. Otra cita destacada es: “La genética es una ciencia joven. Han transcurrido algo más de 50 años desde que Crick y Watson descubrieran el ‘secreto de la vida’: la estructura de la molécula de ADN”. Aquí, Henderson subraya la rapidez con que la genética ha avanzado y la magnitud de los retos y oportunidades que aún nos esperan. Una tercera reflexión esencial del libro es: “El conocimiento de nuestro código genético ha modificado nuestra concepción de la vida sobre la Tierra”. Esta sentencia pone de relieve el impacto transformador de la genética, no solo en la medicina y la biología, sino en la manera en que nos entendemos a nosotros mismos y nuestro lugar en el mundo.

Cada una de estas citas invita a la reflexión. La primera destaca el carácter universal de las grandes preguntas humanas y el papel de la genética en su resolución. La segunda subraya la juventud de la disciplina y la velocidad de sus avances, lo que implica tanto oportunidades como riesgos. La tercera nos recuerda que la genética no es solo una ciencia, sino una lente a través de la cual reinterpretamos nuestra existencia.

En definitiva, “50 cosas que hay que saber sobre genética” es mucho más que un manual de divulgación: es una invitación a participar en la revolución genética desde el conocimiento, la curiosidad y la responsabilidad. Henderson logra que la lectura sea adictiva y esclarecedora, combinando rigor científico con una prosa envolvente y accesible. El libro es una brújula imprescindible para orientarse en el fascinante y, a veces, inquietante territorio de la genética, y para comprender cómo los avances de esta ciencia están redefiniendo lo que significa ser humano en el siglo XXI.


ARITMÉTICA RECREATIVA, por YAKOV PERELMAN

  


ARITMÉTICA RECREATIVA, por YAKOV PERELMAN



Biografía de Yakov Perelman

Yakov Isidorovich Perelman, nacido el 4 de diciembre de 1882 en Białystok, entonces parte del Imperio Ruso y hoy en Polonia, fue un genio de la divulgación científica cuya vida se dedicó a encender la chispa de la curiosidad en generaciones de lectores. Hijo de un contador textil y una maestra de primaria, Perelman creció en un entorno modesto, pero su madre, tras quedar viuda en 1883, se esforzó por garantizarle una educación sólida. Estudió en el Instituto Forestal de San Petersburgo, donde obtuvo un diploma en 1909, aunque su verdadera vocación no radicaba en la silvicultura, sino en desentrañar los misterios de la ciencia para el público general. Influido por pensadores como Ernst Mach y posiblemente por el filósofo ruso Alexander Bogdanov, Perelman desarrolló un estilo pedagógico único, combinando rigor científico con una narrativa amena y accesible. Su primer gran éxito, Física recreativa (1913), marcó el inicio de una prolífica carrera que incluyó obras como Aritmética recreativa, Geometría recreativa y Astronomía recreativa, todas traducidas a múltiples idiomas y editadas por la prestigiosa Editorial Mir. En 1915, se casó con Anna Kamínskaya, una doctora que compartió su vida hasta que ambos sucumbieron trágicamente a la hambruna durante el sitio de Leningrado en 1942. Durante la Segunda Guerra Mundial, Perelman impartió conferencias a soldados y resistentes, enseñando técnicas de orientación sin instrumentos, demostrando su compromiso con el saber incluso en tiempos de adversidad. Fundador del género de la literatura científica popular, su legado perdura, inspirando incluso a figuras como el matemático Grigori Perelman, quien, aunque no era su pariente, reconoció la influencia de sus libros en su interés por las matemáticas.

Sinopsis de Aritmética recreativa

Aritmética recreativa es una joya literaria que transforma el mundo de los números en una aventura fascinante, demostrando que las matemáticas no son un árido compendio de fórmulas, sino un universo lleno de sorpresas y maravillas. Escrito por Yakov Perelman, este libro, publicado por primera vez en la Unión Soviética y revisado en siete ediciones durante la vida del autor hasta 1938, es una invitación a explorar la aritmética desde una perspectiva lúdica y profundamente didáctica. Con una prosa que destila entusiasmo y claridad, Perelman guía al lector a través de un mosaico de acertijos, charadas, anécdotas históricas y problemas ingeniosos que despiertan la curiosidad y agudizan el intelecto. La obra, cuya novena edición incluyó actualizaciones sobre sistemas de numeración y cálculos en el ábaco chino, no requiere conocimientos avanzados, solo un dominio básico de las operaciones aritméticas y una chispa de imaginación.

El libro se sumerge en la historia de los sistemas de numeración, desde los jeroglíficos egipcios hasta los números romanos, pasando por el sistema ático griego y el ábaco chino, mostrando cómo diferentes culturas han dado forma a nuestra comprensión de los números. Perelman no se limita a narrar hechos; los envuelve en historias cautivadoras, como la explicación de por qué el sistema decimal está ligado a los diez dedos de nuestras manos o cómo los groenlandeses nombraban el número 18 como “todas mis manos, más tres del otro pie”. Estas anécdotas no solo entretienen, sino que iluminan la evolución del pensamiento matemático. El autor también dedica capítulos a sistemas no decimales, como el binario y el quinario, destacando su relevancia en la computación moderna y las telecomunicaciones, lo que confiere al libro una sorprendente modernidad para su época.

Lo que hace que Aritmética recreativa sea adictivo es su capacidad para transformar lo cotidiano en extraordinario. Perelman presenta problemas que parecen juegos: adivinanzas numéricas, trucos para cálculos mentales rápidos y charadas aritméticas donde las letras sustituyen a los dígitos, desafiando al lector a descifrar palabras ocultas tras operaciones matemáticas. Por ejemplo, una división como “mitades ÷ dados = 51” esconde una palabra de diez letras que el lector debe descubrir, combinando lógica y creatividad. El libro también explora “gigantes” y “enanos” numéricos, comparando magnitudes astronómicas con fenómenos cotidianos, lo que permite al lector apreciar la escala del universo a través de los números. Además, Perelman incluye técnicas mnemotécnicas para memorizar cifras y métodos para operar con números aproximados, ofreciendo herramientas prácticas que ahorran tiempo y esfuerzo.

El valor didáctico de la obra radica en su habilidad para despertar un amor genuino por las matemáticas. No es un tratado académico, sino una puerta de entrada a la aritmética elemental que invita tanto a estudiantes como a curiosos a explorar textos más avanzados o históricos tras su lectura. La inclusión de referencias a obras literarias, como las de Jules Verne o H.G. Wells, añade un toque de narrativa fantástica que enriquece los ejemplos, haciendo que conceptos abstractos cobren vida. A pesar de pequeños altibajos en la dificultad de algunos capítulos, la obra brilla por su accesibilidad y su capacidad para convertir la aritmética en un juego intelectual. Perelman no solo enseña matemáticas; las hace irresistibles, demostrando que los números, lejos de ser fríos, son un lenguaje vivo que conecta la historia, la ciencia y la imaginación humana.

Citas destacadas y su explicación

“Pensemos un poco en esta cuestión: ¿Por qué se efectúan tan rápida y fácilmente con los números las cuatro operaciones aritméticas: adición, sustracción, multiplicación y división? Estas ventajas nos son ofrecidas, lógicamente, por el citado principio posicional de la escritura de los números.”

Esta reflexión subraya la importancia del sistema decimal posicional, que permite operar con números de manera eficiente al tratar decenas, centenas o millares como unidades. Perelman destaca cómo esta innovación, aparentemente simple, revolucionó el cálculo, haciendo que las matemáticas sean accesibles y prácticas.

“Llamo charada aritmética a un juego recreativo: la adivinanza de determinada palabra mediante la resolución de un problema.”

Aquí, Perelman describe una de sus ingeniosas propuestas: asignar dígitos a letras para crear divisiones que esconden palabras, como “mitades ÷ dados = 51”. Este juego combina aritmética y lingüística, estimulando la creatividad y el razonamiento lógico al transformar una operación matemática en un rompecabezas verbal.

“La escritura de 2716 denota que el número se compone de 2 millares, 7 centenas, 4 decenas y 6 unidades.”

Con esta frase, Perelman explica el sistema decimal con una claridad cristalina, mostrando cómo cada posición en un número representa una potencia de diez. Es un ejemplo de su talento para desglosar conceptos complejos en términos simples, haciendo que la aritmética sea comprensible para todos.

“La aritmética que se apoya en las columnas, lo abarca todo.”

Extraída de un grabado del libro de Magnitski de 1703, esta cita, que Perelman rescata, personifica a la aritmética como una reina que sustenta otras ciencias, como la geometría o la astronomía. Refleja la visión del autor de las matemáticas como un pilar fundamental del conocimiento humano, un tema recurrente en su obra.

Aritmética recreativa no es solo un libro, sino una celebración de los números como herramienta de descubrimiento y deleite. Perelman, con su genio divulgativo, convierte la aritmética en un juego que cautiva, educa y deja al lector con un renovado asombro por el mundo matemático.