Páginas

sábado, 24 de mayo de 2025

ICARIA, ICARIA,… por XAVIER BENGUEREL

  



Xavier Benguerel, nacido el 3 de agosto de 1905 en el vibrante barrio del Poblenou en Barcelona y fallecido en la misma ciudad el 19 de diciembre de 1990, fue un novelista y traductor catalán cuya vida y obra son un testimonio de resistencia y creatividad frente a las tormentas de la historia. Hijo de un obrero, su infancia en un entorno proletario moldeó su sensibilidad hacia las luchas sociales, un eco que resuena en sus escritos. En 1929, irrumpió en la literatura catalana con Pàgines d’un adolescent, que le valió el premio Les Ales Esteses, marcando el inicio de una prolífica carrera que abarca más de veinte novelas, poesía, teatro y memorias. La Guerra Civil Española lo llevó al exilio en 1939, primero a Francia y luego a Chile, donde fundó el Laboratorio Benguerel, un negocio que le permitió dedicarse profesionalmente a la literatura. En Santiago, publicó obras como Sense retorn y La màscara, mientras absorbía las influencias de un mundo nuevo. Regresó a Cataluña en 1954, donde cofundó El Club dels Novel·listes junto a Joan Sales, publicando El testament y la serie Els vençuts, un retrato crudo del exilio. Su obra cumbre, Icària, Icària… (1974), galardonada con el Premio Planeta, recrea el fervor anarquista de su juventud en Poblenou. Traductor de Poe, Baudelaire y Neruda, y receptor del Premio de Honor de las Letras Catalanas en 1988, Benguerel dejó un legado que fusiona la memoria personal con la colectiva, capturando las utopías y derrotas de su tiempo con una prosa visceral y evocadora.

Icària, Icària…, publicada en 1974 y distinguida con el Premio Planeta, es una novela que entrelaza dos hilos narrativos en un tapiz de sueños utópicos y derrotas humanas, transportando al lector desde la Barcelona anarquista de 1922 hasta la quimérica aventura de los icarianos en el Texas del siglo XIX. En el centro de la trama está Clemente Rovira, un joven obrero de veintiún años del barrio del Poblenou, cuya vida se quiebra tras la muerte de su padre, un sindicalista brutalmente asesinado por la policía. Consumido por la rabia y la desesperación, Clemente se une a un grupo anarquista liderado por Aurelio, un ferroviario inválido cuya mente estratégica contrasta con la acción temeraria de Santiago, el brazo ejecutor del grupo. La novela sigue las misiones fallidas de Clemente, desde un intento frustrado de asesinar a un industrial que despide obreros hasta un audaz plan contra el rey Alfonso XIII en el túnel de Garraf, todos marcados por el caos y la represión del gobierno de Severiano Martínez Anido. Paralelamente, Benguerel nos traslada al sueño de Étienne Cabet, el socialista utópico francés que en 1848 lideró a sus seguidores hacia Texas para fundar Icaria, una comunidad sin clases ni dinero, inspirada en la Utopía de Tomás Moro. Este esfuerzo, mal planificado y asediado por deserciones, enfermedades y promesas incumplidas, se desmorona tan trágicamente como las acciones de los anarquistas barceloneses. La prosa de Benguerel, densa y casi caótica, mezcla diálogos, recuerdos y monólogos interiores, reflejando la turbulencia emocional de Clemente, quien se enamora de Claudia, hermana de Santiago, y lucha con su propia incapacidad para la violencia. Aunque algunos lectores han encontrado su estructura desafiante, la novela brilla por su retrato crudo de una época de pistolerismo y esperanzas rotas, cuestionando tanto la lucha armada como las utopías idealistas. Icària, Icària… es un canto a la pasión humana y un lamento por sus fracasos, invitando al lector a reflexionar sobre los sueños de justicia que, aunque imposibles, siguen encendiendo el espíritu.



No hay comentarios:

Publicar un comentario