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lunes, 2 de junio de 2025

OBRAS COMPLETAS, de JOSÉ ORTEGA Y GASSET

 



José Ortega y Gasset, nacido en Madrid el 9 de mayo de 1883, es una de las figuras más influyentes y originales del pensamiento español del siglo XX. Hijo de una familia burguesa vinculada al periodismo y la política, desde muy joven se sintió atraído por las letras y la filosofía, campos en los que brillaría con luz propia. Tras completar su formación en España, amplió estudios en Alemania, donde entró en contacto con las corrientes filosóficas más innovadoras de su tiempo. A su regreso, obtuvo la cátedra de Metafísica en la Universidad Central de Madrid y se convirtió en el animador intelectual de una nueva generación, la llamada Escuela de Madrid. Ortega fue también un incansable promotor cultural: fundó revistas como España, El Sol y, sobre todo, la Revista de Occidente, que abrió las puertas del pensamiento europeo a la sociedad española y ejerció una influencia decisiva en la vida intelectual del país. Su vida estuvo marcada por el compromiso con la modernización de España, la reflexión sobre la crisis de la cultura occidental y una constante búsqueda de sentido en tiempos de incertidumbre. Exiliado durante la Guerra Civil, vivió en Francia, Holanda y Argentina, y regresó a su país tras la Segunda Guerra Mundial, donde continuó su labor hasta su muerte en 1955.

Las Obras completas de José Ortega y Gasset constituyen una de las cumbres del ensayo y la filosofía en lengua española. Esta monumental recopilación, organizada en diez volúmenes, reúne no solo los libros y ensayos publicados por el propio Ortega, sino también una vasta colección de artículos, conferencias, prólogos, cartas y textos inéditos, muchos de los cuales ven la luz por primera vez en esta edición. El lector que se adentra en estas páginas se encuentra con un pensamiento en perpetuo movimiento, una obra que crece y se ramifica a lo largo de más de medio siglo, en diálogo constante con los grandes problemas de su tiempo y los desafíos eternos de la condición humana.

El primer rasgo que salta a la vista en la obra de Ortega es su insaciable curiosidad intelectual y su capacidad para abordar los temas más diversos: desde la literatura y el arte hasta la política, la ciencia, la historia y la vida cotidiana. Obras como Meditaciones del Quijote, España invertebrada, El tema de nuestro tiempo, La deshumanización del arte, Misión de la Universidad y, sobre todo, La rebelión de las masas, son hitos de la cultura europea y han dejado una huella imborrable en generaciones de lectores. Ortega no solo analiza la realidad, sino que la interroga, la descompone y la vuelve a construir desde una perspectiva personalísima, marcada por su teoría del perspectivismo: la idea de que toda visión del mundo es parcial, situada, y que la verdad solo puede alcanzarse a través del diálogo entre múltiples puntos de vista.

En el corazón de su filosofía late el concepto de la “razón vital e histórica”, una apuesta por comprender la vida humana no como una abstracción, sino como una realidad concreta, encarnada en individuos que deben elegir y construir su destino en un mundo cambiante. Ortega rechaza tanto el racionalismo puro como el irracionalismo, proponiendo una síntesis en la que la razón se pone al servicio de la vida. Su estilo, elegante y preciso, combina la profundidad del análisis filosófico con la claridad del gran ensayista, capaz de seducir tanto al lector especializado como al curioso profano.

Uno de los temas recurrentes en las Obras completas es la preocupación por la crisis de la cultura y la sociedad contemporáneas. En La rebelión de las masas, Ortega diagnostica el advenimiento de una nueva figura social, el “hombre-masa”, caracterizado por su falta de proyecto vital propio, su tendencia al conformismo y su rechazo de la excelencia y la minoría creativa. Este fenómeno, que anticipa muchos de los problemas de la sociedad de masas del siglo XX, es analizado con lucidez y sin concesiones, pero también con una esperanza renovada en la capacidad de las élites para guiar a la sociedad hacia un futuro mejor. Ortega no es un pesimista, sino un reformador: cree en la posibilidad de regenerar la vida pública, la educación y la cultura, siempre que se asuma la responsabilidad individual y colectiva de pensar y actuar con rigor.

La edición de las Obras completas destaca, además, por su rigor filológico y su aparato crítico, que permite seguir la evolución del pensamiento orteguiano en su contexto histórico y biográfico. La organización cronológica de los textos, la recuperación de artículos dispersos y la publicación de inéditos ofrecen una visión completa y matizada de un autor en constante diálogo consigo mismo y con su época. El lector puede así recorrer el itinerario intelectual de Ortega, desde sus primeras meditaciones sobre el Quijote hasta sus reflexiones finales sobre la técnica, la vida y el destino de Europa.

Entre las citas más emblemáticas de Ortega y Gasset, que ilustran la riqueza y profundidad de su pensamiento, destacan algunas que han pasado al acervo común de la cultura hispánica. “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”, es quizá la más famosa y resume su idea de que la vida humana es inseparable del mundo en que se desarrolla; el individuo no es una isla, sino un ser situado, condicionado pero también capaz de transformar su entorno. Esta frase invita a la responsabilidad y al compromiso, a no resignarse ante las circunstancias, sino a intervenir activamente en ellas.

Otra cita fundamental es “Vivir es sentirse forzado a hacer algo”, que expresa la concepción orteguiana de la vida como proyecto, como tarea que cada uno debe asumir y realizar. No hay vida auténtica sin esfuerzo, sin elección, sin riesgo: la existencia es una aventura que exige coraje y creatividad. En esta línea, Ortega advierte también: “El hombre es un ser que tiene que inventarse a sí mismo”, subrayando la dimensión creadora y abierta de la vida humana, siempre en proceso de construcción.

Una reflexión especialmente actual es la que aparece en La rebelión de las masas: “El hombre-masa es el que no se valora a sí mismo —en bien o en mal— por razones especiales, sino que se siente ‘como todo el mundo’ y, sin embargo, no se angustia, se siente a gusto al sentirse idéntico a los demás”. Aquí Ortega pone el dedo en la llaga de la uniformidad y el conformismo, alertando sobre los peligros de una sociedad en la que la mediocridad se convierte en norma y la originalidad es vista con recelo. Esta crítica, lejos de ser elitista, es una llamada a la responsabilidad y al cultivo de la excelencia personal y colectiva.

Finalmente, merece destacarse su advertencia sobre la palabra y el lenguaje: “Toda palabra dice algo más de lo que debiera y también menos de lo que debiera expresar”. Ortega, gran estilista, era muy consciente de las limitaciones y las posibilidades del lenguaje, instrumento imprescindible pero imperfecto para comunicar la complejidad de la experiencia humana. Esta frase invita a la humildad y a la búsqueda constante de claridad y precisión en el pensamiento y la expresión.

Las Obras completas de José Ortega y Gasset son, en suma, un viaje fascinante a través de las preguntas fundamentales de la existencia, una invitación a pensar y a vivir con intensidad, y una muestra insuperable de la capacidad de la filosofía para iluminar la vida cotidiana. Leer a Ortega es asomarse a un horizonte siempre nuevo, donde la inteligencia y la pasión se dan la mano para construir un mundo más lúcido y habitable.




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