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martes, 10 de junio de 2025

EL UNIVERSO COMO OBRA DE ARTE, por JOHN D. BARROW

  



EL UNIVERSO COMO OBRA DE ARTE, por JOHN D. BARROW


John David Barrow (1952-2020) fue un físico teórico, matemático, cosmólogo y divulgador científico británico. Se doctoró en astrofísica en la Universidad de Oxford y desarrolló su carrera en instituciones como la Universidad de California en Berkeley, la Universidad de Sussex y, especialmente, la Universidad de Cambridge, donde fue catedrático de Matemática Aplicada y Física Teórica. Barrow es reconocido por sus trabajos sobre el principio antrópico y la relación entre las leyes físicas del universo y la vida. Autor de más de veinte libros de divulgación científica, recibió premios como el Templeton, la medalla Faraday y la medalla Dirac. Falleció en 2020.

El universo como obra de arte es una obra que explora la profunda relación entre la ciencia y el arte, mostrando cómo ambas disciplinas, aunque diferentes, surgen del asombro y la observación del mundo. John D. Barrow examina aspectos del universo que no solo pueden explicarse científicamente, sino que también pueden ser admirados por su belleza y misterio.

A lo largo del libro, Barrow plantea preguntas fundamentales: ¿Por qué preferimos ciertas formas de arte o música? ¿De dónde surge nuestro sentido de la belleza? ¿Cómo influye la estructura de nuestra mente en nuestras preferencias estéticas y filosóficas? Para responder, el autor recurre a la física, la cosmología, la biología evolutiva, la historia, la filosofía y el arte.

Entre los temas que analiza se encuentran:

La influencia del entorno cósmico y planetario en nuestra apreciación artística del paisaje.

El origen físico y biológico de los colores en la naturaleza y su impacto en las artes visuales.

Las razones por las que la música tiene una capacidad única para influir en nuestras emociones, y cómo sus patrones pueden estar relacionados con principios físicos y matemáticos universales.

La conexión entre simetría, proporción y belleza en la naturaleza y en las creaciones humanas.

Cómo nuestras percepciones y gustos están condicionados por las capacidades y limitaciones de nuestros sentidos y cerebro.

Barrow sostiene que arte y ciencia no son opuestos, sino manifestaciones complementarias del deseo humano de comprender y dar sentido al universo. Nuestro sentido de la belleza, nuestras preferencias estéticas y nuestras preguntas filosóficas más profundas están, según él, vinculadas a la estructura misma del cosmos y a la forma en que la vida ha evolucionado para percibirlo.

En resumen, El universo como obra de arte invita a contemplar el universo no solo como objeto de estudio, sino también como fuente de inspiración y asombro estético, recorriendo las fronteras entre el conocimiento objetivo y la experiencia subjetiva.



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