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viernes, 23 de mayo de 2025

CREMATORIO, por RAFAEL CHIRBES

    

CREMATORIO, por RAFAEL CHIRBES



Rafael Chirbes, nacido el 27 de junio de 1949 en Tavernes de la Valldigna, Valencia, y fallecido el 15 de agosto de 2015 en Beniarbeig, Alicante, fue un novelista y crítico literario español cuya obra se erige como un retrato implacable de la España contemporánea, marcada por las cicatrices de su historia y los excesos de su modernidad. Huérfano de padre a los cuatro años, Chirbes creció en colegios para hijos de ferroviarios en Ávila y León, una experiencia que moldeó su sensibilidad hacia las clases trabajadoras y los márgenes de la sociedad. A los 16 años se trasladó a Madrid para estudiar Historia Moderna y Contemporánea, y su espíritu inquieto lo llevó a vivir en París, Marruecos —donde fue profesor de español—, Barcelona, La Coruña y Extremadura, antes de regresar en el año 2000 a la costa levantina, donde vivió casi como un ermitaño acompañado de sus perros y gatos. Su carrera literaria despegó con Mimoun en 1988, finalista del Premio Herralde, pero fue su trilogía sobre la posguerra española —La larga marcha (1996), La caída de Madrid (2000) y Los viejos amigos (2003)— la que lo consolidó como un cronista de la memoria colectiva. Con Crematorio (2007), Chirbes alcanzó la cúspide de su arte, ganando el Premio Nacional de la Crítica, el Premio Cálamo "Libro del Año" y el Premio Dulce Chacón, y su posterior novela En la orilla (2013) le valió el Premio Nacional de Narrativa y nuevamente el Premio de la Crítica. También autor de ensayos como Mediterráneos y El novelista perplejo, Chirbes combinaba una prosa densa y evocadora con una visión crítica que, influida por el materialismo de Lucrecio y el realismo de Balzac, desnudaba las contradicciones de la sociedad española. Su adaptación televisiva de Crematorio en 2011, con Pepe Sancho como protagonista, llevó su obra a un público más amplio, aunque Chirbes, siempre reacio a la fama, prefería la soledad de su escritura. Considerado un "genio insuficientemente reconocido" por críticos como M. Malmierca, su legado es el de un observador feroz que, sin consuelo ni condescendencia, reveló las verdades incómodas de su tiempo.

Crematorio, publicada en 2007 por Editorial Anagrama y traducida al inglés como Cremation en 2021 por Valerie Miles, es una novela monumental que captura el alma de una España ebria de prosperidad en los albores del siglo XXI, justo antes del colapso de la burbuja inmobiliaria. Escrita con una prosa densa y envolvente, comparada por críticos con la ferocidad de Francis Bacon y la profundidad filosófica de Lucrecio, la obra de Rafael Chirbes es un fresco social que desentraña la corrupción, la codicia y las fracturas morales de una sociedad en plena transformación. La novela, ambientada en la ficticia ciudad costera de Misent, se estructura en trece secciones, cada una un monólogo interior extenso que da voz a un elenco de personajes conectados por la muerte de Matías Bertomeu, un idealista que abandonó la lucha revolucionaria por una vida dedicada a la agricultura y la defensa del medio ambiente. Su fallecimiento actúa como un catalizador que desentierra recuerdos, culpas y secretos, exponiendo las vidas construidas sobre cimientos inestables de ambición y traición. A través de estos monólogos, Chirbes no solo narra una historia, sino que disecciona la condición humana con una precisión quirúrgica, ofreciendo un retrato devastador de una sociedad que ha sacrificado sus valores en el altar del dinero y el poder.

El núcleo de la novela es Rubén Bertomeu, hermano mayor de Matías, un constructor sin escrúpulos que ha amasado una fortuna transformando la costa mediterránea en un mosaico de urbanizaciones, hoteles y clubes nocturnos. Su riqueza, obtenida a través de la especulación inmobiliaria y tratos con mafias, lo convierte en el símbolo de una España que, en los años previos a la crisis de 2008, se creía invencible. La muerte de Matías, un hombre que representaba los ideales que Rubén abandonó, lo obliga a enfrentarse a sus propios remordimientos y a una sensación de traición familiar que lo atormenta. Alrededor de Rubén orbitan otros personajes igualmente complejos: Silvia, su hija, una restauradora de arte que critica la avaricia de su padre pero no duda en disfrutar de su dinero; Juan Mullor, el esposo de Silvia, un catedrático arrogante que escribe la biografía de Federico Brouard, un escritor alcohólico y amigo de los Bertomeu que encarna el fracaso de los ideales de juventud; Ramón Collado, el leal pero atrapado colaborador de Rubén, reducido a hacer el trabajo sucio; y Traian y Mónica, un mafioso ruso y su joven esposa ambiciosa, que representan el lado más oscuro de los negocios de Rubén. Cada monólogo, escrito en un estilo de corriente de conciencia que puede resultar denso pero siempre lúcido, revela las contradicciones internas de estos personajes, desde sus ambiciones hasta sus miedos más profundos, mientras reflexionan sobre la muerte, el paso del tiempo y el costo de sus decisiones.

Lo que distingue a Crematorio es su ambición de capturar no solo una historia, sino una época. Chirbes utiliza la especulación inmobiliaria como una metáfora de la destrucción del paisaje y los valores, mostrando cómo la costa, antes un paraíso natural, se convierte en un vertedero de escombros y ambiciones rotas. La novela aborda temas como el blanqueo de dinero, el tráfico de drogas, el sexo como moneda de cambio y la corrupción como el motor de una sociedad convulsa, todo ello con un trasfondo ecológico que resuena con la filosofía materialista de Lucrecio, a quien Chirbes admiraba profundamente. La muerte de Matías, descrita como una disolución en polvo, evoca la idea lucreciana de que la vida es un ciclo efímero, una verdad que los personajes enfrentan con angustia o negación. A pesar de su intensidad, la novela no es un simple lamento; es Nirbes teje momentos de belleza poética, comparando la vida con catedrales góticas o el cuerpo humano con un sistema de tuberías, para reflexionar sobre la fragilidad de la existencia. Aunque algunos lectores han notado que los monólogos pueden volverse pesados, la riqueza de las reflexiones y la profundidad psicológica de los personajes mantienen al lector atrapado. Crematorio no es solo una crítica social; es un tratado sobre la condición humana, un espejo que refleja las ambiciones y las ruinas de una generación que, como dijo Chirbes, “no puede considerarse libre de culpa”. Galardonada con múltiples premios y adaptada en una exitosa miniserie en 2011, esta obra maestra de Chirbes es una experiencia literaria que desafía, conmueve y obliga a mirar de frente las sombras de nuestro tiempo.



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