jueves, 4 de junio de 2015

DIÁLOGOS DEL ORADOR, por MARCO TULIO CICERÓN






"Diálogos del Orador" es una obra clave escrita por el renombrado orador y filósofo romano Marco Tulio Cicerón. Este libro, compuesto por tres diálogos: "Bruto", "Orador" y "Orator ad M. Brutum" (Orador para Bruto), constituye una contribución fundamental al arte de la retórica y la elocuencia en la Antigua Roma. A través de estas conversaciones ficticias, Cicerón explora una serie de temas relacionados con la oratoria, la educación y la política, brindando una visión profunda de la filosofía y la práctica de la retórica en la Roma clásica.

Diálogo 1: "Bruto": En este diálogo, Cicerón se encuentra con varios amigos, incluido el famoso orador Marco Junio Bruto, después del asesinato de Julio César en el año 44 a.C. La conversación se centra en la naturaleza de la retórica y si la elocuencia se puede enseñar o es innata. Cicerón argumenta que la oratoria es una combinación de talento natural y formación educativa rigurosa. Se discuten las cualidades esenciales de un buen orador y se analiza la relación entre la elocuencia y la filosofía.

Diálogo 2: "Orador": En este diálogo, Cicerón se encuentra con César Calvo, un joven talentoso interesado en la oratoria. Cicerón, en su papel de maestro, brinda consejos sobre la educación de un orador y explica los diferentes estilos de oratoria. Se aborda la cuestión de si un orador debe ser un experto en el tema que aborda o si puede simplemente ser un buen comunicador. Se destaca la importancia de la preparación, el estudio y la práctica constante para alcanzar la excelencia en la oratoria.

Diálogo 3: "Orator ad M. Brutum" (Orador para Bruto): Este diálogo se desarrolla en forma de carta escrita por Cicerón a Bruto y ofrece un análisis detallado de lo que constituye un orador consumado. Cicerón revisa la historia de la oratoria romana y los modelos clásicos, como los griegos Demóstenes y Esquines. Discute la importancia de conocer la historia y la ley, así como la elocuencia y la persuasión en la oratoria. También examina cómo la moral y la virtud deben guiar al orador en su discurso público.

En "Diálogos del Orador", Cicerón busca definir y promover los ideales de un orador en la República Romana. Argumenta que el buen orador debe ser un ciudadano virtuoso, que posea conocimiento tanto de la filosofía como de la retórica, y que utilice sus habilidades para el bienestar de la sociedad. A través de estas conversaciones ficticias, Cicerón ofrece una visión profunda de su propia filosofía de la oratoria y proporciona una guía valiosa tanto para los aspirantes a oradores como para aquellos interesados en la retórica y la educación en la antigua Roma. Su legado como uno de los más grandes oradores y escritores de la historia occidental se refleja en esta obra, que sigue siendo una lectura esencial para estudiantes de retórica y filosofía incluso en la actualidad.









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